La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Bodega quiere cantera

La coral busca nuevas voces sin olvidar a su impulsor, José Ramón González: "Nuestra primera misa fue en su funeral"

Alfonso Sánchez y Salvador Cuervo, ayer, bajo el local de ensayo del coro en la plaza de La Baragaña. ILLÁN GARCÍA

El Coro de La Bodega de Candás mantiene vivos aquellos cantares que se entonaban en las desaparecidas fábricas conserveras. Eran canciones con sabor a mar y Candás, como "La playa de Rebolleres", "Aldeana sencilla", "Candás tiene tres cosas" que aún suenan en los conciertos que la agrupación ofrece por medio Asturias desde hace cuatro años. También habaneras y clásicos de compositores como Haydn, Mozart o Haendel. Quizá el único problema del coro es la falta de cantera. "Actualmente, la media de edad es de unos 55 años", asegura el director del coro, Salvador Cuervo, que aún recuerda a su amigo y fundador de la agrupación, José Ramón González, fallecido el pasado mes de marzo. "Estábamos ensayando para cantar en una misa y la primera fue en su funeral el 14 de marzo", se lamenta Cuervo, que, como los miembros del coro, echa de menos a su "inquieto" amigo. "Siempre tenía ideas y proyectos", recuerda Cuervo. El último concierto de José Ramón González fue el 13 de febrero en el Teatro Prendes en el hermanamiento coral con Lastres.

Actualmente, el coro está formado por 35 personas entre coristas y los miembros de la orquesta -dos violinistas, acordeonista, dos guitarristas y un bajo-. "Hay un gran nivel y compromiso", destaca Alfonso Sánchez, vicepresidente de la agrupación. "Somos como una familia", añade.

Cuervo destaca que Candás necesita una cantera coral. "Una manera de generar esa cantera es incentivar el canto en la escuela, para que los niños adquieran afición y podía ser promovida por los profesores de música, aunque también yo estaría encantado de formar un coro de niños porque por ahí se empieza", señala el director del coro de La Bodega. "Necesitamos gente joven", añade.

La agrupación no recibe ningún tipo de subvención para mantenerse viva. Sus setenta socios aportan diez euros mensuales. Sus miembros ensayan tres veces por semana en un local municipal situado en la plaza de La Baragaña. José Luis Iglesias es el encargado de "preparar" la orquestación de las canciones y Gonzalo González es el presidente de este colectivo de cuatro años de vida.

En lo que va de año, la agrupación ha actuado en nueve ocasiones contando con el concierto de ayer en la iglesia vieja de Sabugo, en Avilés. En marzo, el coro cantó en la misa de Pascua de Candás, en abril en Luanco con motivo de un concierto solidario con los enfermos de Rett, en junio en el Prendes en la final de "Canciones de la bodega", en julio hubo dos espectáculos: uno en la iglesia de San Martín de Laspra (Castrillón) y otro en el festival de habaneras de Lastres. En agosto, tocó cantar en Castropol y durante este mes, en la misa del Cristo y el espectáculo de ayer organizado por la asociación "Savia nueva" con motivo del fin de la costera del bonito. "El 2 de octubre actuaremos en Laviana y en diciembre cantaremos sin fecha concreta de momento en el pregón y concierto de Navidad en Candás", relata Cuervo, director de este colectivo que mantiene vivas las esencias marineras en una villa que vive siempre de cara al Cantábrico. "Los pueblos marineros tienen una condición natural para el canto, para las habaneras y queremos que se mantenga por muchos años, por eso necesitamos cantera", concluye Salvador Cuervo.

Compartir el artículo

stats