La viruela se cebó con Quirós. Es uno de los últimos descubrimientos del Centro de Estudios Quirosanos (CEQ) durante sus investigaciones relacionadas con el pasado del concejo a través del examen de miles de partidas de defunción del Registro Civil y de los libros de difuntos de las parroquias del municipio. Así, han visto cómo hubo tres grandes epidemias de viruela en 1870, 1871 y 1881 que causaron cerca de doscientos muertos, la mayor parte, niños.
Las epidemias y enfermedades venían dados en tiempos pretéritos por varios motivos. La abundancia de familias muy numerosas compartiendo espacios muy reducidos era habitual, el concejo tenía seis mil habitantes en el siglo XIX. La falta de higiene y sanidad en las casas y en las ropas también se estilaba, al igual que la escasez de alimentos y la convivencia con los animales domesticados, pues la cuadra y la casa estaban comunicadas en la mayoría de las ocasiones.
Los libros registro del Juzgado de Paz de Quirós aportan un caudal de información muy importante para conocer la vida humana en el municipio. A partir de 1871 comenzaron a elaborarse estos libros registros con las inscripciones de nacimiento, matrimonios y defunciones de los vecinos del concejo. Los libros de defunciones de las parroquias también permiten conocer un gran caudal de datos en las épocas anteriores a 1871. Así se ha constatado que la primera gran epidemia de viruelas que causó 77 muertos en la población infantil de la parroquia de Casares en los últimos meses del año 1870.
Los que aportan más datos son las actas de defunción, pues dan a conocer datos como los periodos de la vida y las épocas del año donde hay más muertes. También las enfermedades que eran más frecuentes en aquel tiempo, durante los últimos años del siglo XIX.
La viruela es una enfermedad contagiosa que se contrae por vía aérea. La tasa de mortalidad alcanzaba el 30% de los infectados. Causó cientos de miles de muertos en Europa y a partir del siglo XVII pasó a ser casi exclusividad infantil. Se mantuvo activa hasta el siglo XIX. Es la primera enfermedad infecto-contagiosa erradicada gracias a la vacunación sistemática.
El Libro de Defunciones de la parroquia de Casares refleja un aluvión de inscripciones de muertos infantiles por viruelas, setenta y siete, repartidos en los pueblos de Turiezo, Fresnedo, Faedo y Casares. Comenzó esta devastadora en Turiezo el 30 de septiembre de 1870 y terminó el 18 de noviembre. Turiezo, con 25 fallecidos, es el pueblo más afectado. Hay 71 anotaciones seguidas, en el libro parroquial, por viruelas. Todas de "párvulos", niños menores de edad salvo un vecino de Faedo de 32 años, Ramón Menéndez. En 1871, poco más de un mes después de la primera epidemia, se produjo la segunda debacle. El 4 de enero falleció un niño en Ninzor y se terminó esta epidemia el 12 de diciembre en Bárzana. En total murieron 32 personas en un año, entre recién nacidos y vecinos de hasta 42 años. El pueblo más afectado fue Ricabo, con 18 muertos, cuatro en un solo día. Afectó a otros sitios, algunos alejados del foco como Perueño y Cortina. Aquella peste se fue como había llegado: sin avisar.
La tercera gran epidemia se dio durante diez meses, entre el 3 de septiembre de 1880 y el 3 de agosto del 81. Comenzó en Coañana y termino en Casares. En total 68 muertos. Bermiego fue el lugar más afectado: perdió a 42 vecinos, probablemente la casi totalidad de la población infantil.
Allí, los vecinos más veteranos llaman a la viruela la "gal.lel.lá" o peste. Bermiego se quedó en 13 residentes de los 113 que había antes de la llegada de la epidemia. Al comprobar los apellidos se aprecia que cuando entraba la enfermedad en una casa, se llevaba a todos los niños de ella.
El CEQ se plantea elaborar un estudio sobre las enfermedades en el municipio, la evolución de la población y otras curiosidades.
