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Un maestro diferente con filosofía skater

Valentín Martínez Riestra, pionero del skate en Noreña, inculca a sus alumnos la afición por lo que ya es un deporte olímpico

Valentín Martínez Riestra, con el skate. M. A. F. C.

Lleva soñando con una pista donde practicar su deporte favorito desde hace más de 25 años, cuando un grupo de amigos de Noreña se decidió por los "patinetes", que estaban de plena actualidad. Moisés Cuesta, Marco Antonio, Sequeiro, Manuel Olay, Darío González, Jesús Fuente, Antón y el propio Valentín, entre otros, tendrían 10 ó 12 años cuando se sumaron a la moda del skate, introduciéndola en Noreña y buscando dónde hacer equilibrio sobre aquellas rústicas tablas con ruedas para dar satisfacción a la afición que les había invadido. Sus viseras, sus anchos pantalones, sus muñequeras y sus rodilleras, además de la mochila, formaban todo su equipaje, pero les faltaba el lugar ideal para no molestar a viandantes y vecinos, así como algún conductor que apuraba a bocinazos que despejasen el asfalto.

Solicitaron, por aquel entonces, a la corporación local presidida por Aurelio Quirós, una pequeña pista en forma de "U" en la zona de Los Riegos donde poder practicar su actividad. Fue aprobada la petición en el año 1996, hace ahora 20 años, pero Quirós, cuidador de sus vecinos, fue a conocer una existente en el Campo San Francisco de Oviedo y aquello le pareció muy peligros para sus jóvenes noreñenses. No quiso correr riesgos y con la disculpa que esta actividad física ya se estaba pasando de moda, archivó el expediente aprobado. Mientras, los chavales continuaban arriesgando con artilugios fabricados por ellos mismos y renovaban su material siguiendo las instrucciones de los hermanos Eduardo "Bacon" y Dani, vecinos ahora de la villa y primos de Manolo Olay, que fue otro al que, al igual que Valentín, era difícil ver por cualquier parte sin el skate bajo los pies a todas horas.

Volvieron a solicitar la pista años después con Movilla en la Alcaldía, siendo también aprobada, pero nunca construida, entre el río y el colegio público de Educación Primaria, como tenían planificado.

Y es ahora, con la corporación independiente, y después de varios contactos, cuando esperan tener más suerte. Al menos, les escuchan -aunque escucharles lo hicieron siempre-, llenándolos de promesas en las que confiar, si bien ya un poco más viejos y cansados de oír buenas palabras y ver pocos actos. Parece ser que la nueva y posible ubicación sería en las cercanías de la bolera municipal.

Mientras, Valentín Martínez Riestra, como es su nombre completo, cercano a la cuarentena, sigue manteniendo esa filosofía de vida, aunque con menos práctica, los años no perdonan, y compaginando con su labor como docente en el C.P. Villapendi de Turón, incluyendo en su programación didáctica varias unidades relativas a este tema, para disfrute y aprendizaje de los chavales con el skate, y que se complementan en la nieve con el snowboard.

Los alumnos, felices, y Valentín, también por seguir practicando esta actividad que le trajo satisfacciones, muchos viajes y buenas amistades, y sin desprenderse de la imagen con cierto estilo que generaliza a los aficionados de lo que pronto será un deporte y que en Noreña se hizo esperar, pasando de ser "un estilo de vida urbano" a una nueva modalidad para los próximos Juegos Olímpicos, donde, cauto y con las grandes controversias que en la actualidad se debaten en la comunidad del monopatín, sobre tal acontecimiento, Valentín se respalda con una visión "interesante" del futuro del skate ante tal coyuntura, siempre y cuando las cosas se hagan bien, a pesar de que en la actualidad le invada cierto pesimismo. Pero eso ya es harina de otro costal.

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