El domingo se cumplen 150 años de la llegada del ferrocarril a Nava. Para conmemorarlo, el Círculo "Amigos de Nava" propone reflexionar hoy, a las 19,45 horas, en la Casa de Cultura, sobre su pasado, su presente y su futuro.
El ferroviario jubilado y cronista oficial de Nava, Leocadio Redondo Espina, destaca que "fue un acontecimiento importante para Asturias y para Nava". Para la primera, "porque fue el primer paso, pequeño, pero primero, para salir desde la capital, por el medio ferroviario, hacia el este de la provincia". Aunque entonces Nava ya tenía carretera, Redondo apunta que el tren "aportaba un movimiento de mercancías y de viajeros en cantidades notablemente superiores a lo que era posible entonces". Además, ofrecía "tiempos y precios razonables". Por lo que el ferrocarril se tradujo "en un refuerzo y consolidadción de la importancia de la villa y de su comercio e industria, en general.
Juan Cañal también formará parte de esta mesa redonda, no tanto por su condición de alcalde de Nava como por la de ferroviario. "El principal problema es que la estrategia es apostar por la alta velocidad en detrimento de las líneas convencionales", remarca. Pide una mayor defensa de los servicios de cercanías, y más cuando el medio ambiente pide auxilio con el empeoramiento de la calidad del aire. A pesar de ello, "no somos capaces de apostar por el transporte colectivo, menos contaminante y de mayor agilidad que el vehículo privado". Cañal lamenta que la red de ancho métrico (antigua vía estrecha) esté "condenada al abandono", pues aún tiene "peor consideración que el ancho normal". Por eso insta al nuevo ministro, Íñigo de la Serna, a "no condenarlo a su desaparición".
José A. Ordóñez, redactor de LA NUEVA ESPAÑA y experto en temas ferroviarios, remarca que "el tren ha dejado de ser percibido como un medio de transporte fiable". Agrega que esta crisis obedece al "abandono de la red por falta de inversión y a una mala gestión". No obstante, sostiene que "puede tener mucho futuro en el área central, siempre que haya voluntad política e inversiones para que vuelva a ser un transporte atractivo y fiable".
El ferroviario e ingeniero Juan Antonio González critica la falta de planificación a largo plazo, la desigualdad con otros medios de transporte, el excesivo entramado administrativo y politización, así como la escasez de coordinación e información. Cree que el futuro pasa por la planificación: "saber qué va a pasar y a dónde queremos ir para planificarlo".
