El buen tiempo de este otoño y la proximidad de la carrera de San Silvestre, el 31 de diciembre, anima a muchos polesos a caminar y a correr por la senda fluvial del río Nora, que últimamente se encuentra muy concurrida.
Aunque va desde la Pola hasta Lieres, cada uno se marca su recorrido y da la vuelta cuando lo cree oportuno, pues, al tratarse de un recorrido lineal, no es necesario hacerlo completo. También los hay que prefieren la bicicleta, como Rubén Menéndez y Puri Cuesta. Ellos inician la marcha en El Berrón y suelen llegar hasta Lieres, aunque reconocen que depende del día. Cuando puede, les acompaña su hijo de 4 años, a quien "también le gusta la bici". Apuntan que es una ruta "bastante llevadera y está bien delimitado el carril para ciclistas y para peatones", circunstancia que agradecen los usuarios. También valoran que es un trayecto "llano", aunque tenga algunos pequeños tramos con "algo de cuesta". Pero, "se hace muy bien", comentaban ayer por la mañana a la altura de Pola de Siero.
Son asiduos a este paseo fluvial, por lo que destacan que está más transitado por la tarde, "porque por la mañana hace frío", y asimismo ven más usuarios "caminando y corriendo que en bici". "Sí se nota que cada vez hay más gente. Parece que llama a hacer deporte estos días tan buenos", argumentan.
Cada vez son más los polesos que se apuntan a disfrutar de esta senda, que discurre gran parte a la vera del río Nora y que destaca por su paisaje.
Manuel Quidiello acostumbra a pasear por este lugar con su perra "Dana", como hacía ayer por la mañana. Coincide con el resto de paseantes y corredores en que es una senda "bastante transitada, sobre todo por mujeres para mantenerse en forma", y por aquellos que salen a dar una vuelta con sus canes. Cada vez cuenta con más adeptos.
Elena San Pedro es de la Pola y ella frecuenta la senda del Nora para caminar. Suele andar unos cinco kilómetros en una hora. Como el resto de usuarios, cree que la mayoría transita por la senda "caminando y corriendo", más que en bicicleta, y sostiene que "hay más gente por la mañana".
Cuando hace buen tiempo, Carmen Doncel sale desde El Berrón y llega "hasta donde canse". Para ella, la mayoría de los días está bueno, pues dice que sólo le frena el viento, y no le importa que llueva un poco, mientras no sea un chaparrón. "Los fines de semana y en vacaciones hay más niños", comenta. Igualmente, sostiene que los usuarios suelen acudir más por la mañana a "caminar o correr".
Ricardo Rodríguez es uno de los deportitas matutinos de esta senda, aunque él prefiere las dos ruedas para recorrerla. "Suelo venir por la mañana y veo más gente caminando que en bici", explica. Inicia su recorrido en El Berrón y suele hacer este trayecto unas tres veces por semana. "Es un paseo que está bien porque está señalizado el carril de bici y el de peatones, al menos, hasta Aramil", argumenta. Es una cuestión que destacan la mayoría de los usuarios, pues de esta forma se consigue una buena convivencia entre paseantes y cicloturistas.
La senda fluvial del río Nora discurre entre Pola de Siero y Lieres a lo largo de siete kilómetros (más dos opcionales) por un trazado periurbano. Está catalogada como "muy fácil" hasta Los Corros, donde se complica ligeramente y pasa a considerarse "fácil" hasta Lieres. Se estima que la duración del recorrido completo es de tres horas y media, ida y vuelta. El desnivel máximo es de 26 metros.
Son razones más que sufientes para que se convierta en un lugar muy atractivo para hacer ejercicio, pues tiene fáciles accesos y está en buen estado. Aunque el asfalto, por ser un terreno duro, no es demasiado adecuado para correr, sigue siendo una buena opción para los aficionados al "running", que cada vez son más. Incluso los usuarios habituales destacan que hay muchos que están entrenando para correr alguna carrera popular de San Silvestre y escogen este paseo fluvial del río Nora para mantenerse en forma.
