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El slot se relaja en Posada

"Nos alejamos de la competición, sólo queremos disfrutar", afirman los socios del nuevo club de Scalextric del concejo

Sergio "Lucky" Rivas, Víctor Treceiro, Rubén Rodríguez, Pedro Fernández y José Antonio Fernández, jugando en Posada. A. F. V.

Hubo un tiempo en el que era uno de los regalos más solicitados a los Reyes Magos. Época en la que sus pistas y últimos modelos de coche copaban los folletos navideños de los grandes almacenes. Pero en los últimos años, las nuevas tecnologías y, especialmente, las videoconsolas, los sacaron de la pista. Y es que el Scalextric ya no está de moda entre los niños.

Pese a ello, son muchos los que siguen apostando por este juguete. Aunque ya no son niños, superan la barrera de los treinta y en muchos casos peinan canas, siguen disfrutando haciendo derrapar con este tipo de coches eléctricos de modelismo. Desde el pasado mes de septiembre, cuatro "locos" de este mundillo fundaron un club de slot (nombre con el que se conoce este hobby) en Posada con la intención de "crear cantera", "alejarse de los clubes profesionalizados" y "enseñar a los jóvenes" la afición que adquirieron cuando tenían su edad. Y parece que lo están consiguiendo.

"Nuestra filosofía no tiene nada que ver con la de la mayoría de clubes de Asturias. Lo que queremos es alejarnos del mundo de la competición y hacer lo que parece que se ha olvidado con el slot: disfrutar", asegura Sergio "Lucky" Rivas, presidente del Slot Dream Team Llanera, "tras más de un año de planificación".

Y es que según estos defensores del slot más puro, la faceta lúdica de esta disciplina "se está perdiendo". "Cuando entras en un club te están pidiendo continuamente que gastes, gastes y gastes. Ya no puedes utilizar los coches según los compras, porque con los avances tecnológicos para competir necesitas cambiar casi todas las piezas, lo que también requiere un desembolso importante. Y así continuamente", destaca José Antonio Fernández, quien acude al local acompañado de su hijo Pedro. "Los niños de hoy en día no juegan y prácticamente no saben lo que es", asegura Fernández, quien trabaja como profesor. Precisamente, el pequeño Pedro es, como dicen los integrantes del club, "el topo" en el colegio. "Les digo a mis compañeros de clase lo que es y lo van conociendo. De hecho, a dos o tres les gusta mucho", reconoce el menor de los Fernández, quien además ostenta el título de campeón infantil de slot.

Una de las metas fijadas por los socios desde la fundación del club es acercar el slot a los jóvenes. Por ello, para "rodar" en el local del Slot Dream Team de Llanera, ubicado en la calle Carrión, no hace falta "ni ser socio, ni tener coche, ni mando". "Cobramos dos euros para mantenimiento a todo el que quiera venir a jugar. Y nosotros les enseñamos, les dejamos un coche, si es que no lo traen, y mando. Lo que haga falta", afirma Rivas.

Debido a estas condiciones, son muchos los chavales que deciden ir a pasar el rato dándole al scalextric. "El otro día tuvimos aquí a 26 guajes. Nos dijeron que tenían previsto ir a tomar unos cacharros a Oviedo, pero al final decidieron quedarse a jugar. Éste es el verdadero éxito para nosotros", asegura el presidente.

El bajo comercial del club cuenta actualmente con cuatro enormes circuitos diferentes en los que está cuidado hasta el más mínimo detalle. Vegetación, Guardia Civil, casas, público... Un despliegue de medios que consigue hacer creer al jugador que realmente está disputando una prueba oficial del Mundial de Rallyes. "Alguno dice que estamos locos, que menudo gasto y montaje. Pero le ofreces el mando y lo coge a la primera", asegura con humor Víctor Treceiro, uno de los socios.

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