Sus 20 meses en el gobierno han estado marcados por disputas con el Alcalde de Llanera y con su compañera de grupo municipal, Isabel Fernández. Asegura que estas controversias se han dado "por no ser un hombre de paja" y por defender las políticas e ideas que considera "justas". Ahora, después de que Gerardo Sanz le retirase las competencias de Medio Rural -le había cesado en Agroganadería el pasado junio-, el viernes, Javier García (Oviedo, 1967) afronta el resto del mandato con la intención de "hacer cumplir el programa de Somos".
-¿Le sorprendió la decisión del Alcalde?
-En absoluto. Yo ya había anunciado que muy probablemente las dejaría, y creo que estaban esperando a ver qué hacía con el presupuesto. Como voté en contra, me echaron.
-¿Cómo llegaron a esta situación? ¿Parte todo de su cese en Agroganadería?
-No, es algo que viene desde el primer día. El Alcalde se inmiscuyó en mis asuntos desde el principio. Sin ir más lejos, en 2015, al poco de entrar en el gobierno, teníamos que organizar el concurso de ganados. Sanz sugirió que lo dejásemos en mano de la persona que lo estaba haciendo hasta el momento. Yo no estaba muy de acuerdo, pero al final acabé aceptando. Nos reunimos con los organizadores para tratar diferentes temas, pero cuando tocó hablar de dinero el regidor nos pidió a Alfredo (Rodríguez, portavoz del PSOE) y a mí que nos retirásemos del despacho. Luego, cuando tocó firmar las facturas, me negué a rubricar las del veterinario, que ascendían a 11.000 euros, en dos recibos, y justificando unos gastos que no tenían mucho sentido. Al final las tuvo que firmar el Alcalde, y eso le molestó porque era un marrón.
-Le retiraron la competencia antes del concurso de ganados del año pasado. ¿Es cierto que estaba enfrentado con el sector?
-No, y me jode que digan que estoy enfrentado, porque es una mentira. Durante toda mi vida he llevado una trayectoria de lucha por el campo y los ganaderos, y eso está ahí. Se puede demostrar. El problema es que los ganaderos que no son profesionales removieron mucho más. En su momento les planteé hacer una feria de ganado, pero distinta, con certificado de la Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera (ADS). Un certamen único en la región y que podría estar al nivel de otros que existen en el norte de España o, incluso, en el extranjero. Pero no, algunos lo que me decían era que querían enseñar allí el ganado y luego venderlo en casa. Pues para eso ya está el concurso.
-En lugar de la feria de ganado organizó el Día del Campo, con jornadas de formación y convivencia para los ganaderos, en la que la asistencia fue escasa. ¿Lo considera un fracaso?
-No lo considero un fracaso porque la inversión fue mínima y quizás no se le dio la suficiente difusión. Además, hay que tener en cuenta que las primeras ediciones de cualquier certamen son las más difíciles. Pese a todo, reconozco que la asistencia de gente no fue la esperada.
-Después del cese, Somos emitió un comunicado declarándole tránsfuga y echándole del partido. Las relaciones con su compañera Isabel Fernández están rotas.
-Es lo que pasa cuando al final uno mira más por salvar su propio culo que por los intereses del partido. Isabel se ha vendido al PSOE.
-¿Cree que esta situación le pasará factura a Somos Llanera?
-Seguramente sí, porque la situación entre Isabel y yo ha creado división.
-¿Se volvería a presentar por Somos en unas elecciones próximas?
-No creo que me quedaran muchas ganas. En la política es todo una mierda y no te apetece hacer nada, porque la gente sólo quiere figurar. Pero tampoco creo que Somos vaya a concurrir a los próximos comicios.
-¿Qué opina de que, después de que votase en contra de la remunicipalización del mantenimiento de jardines, le acusen de haberse cambiado a la derecha?
-No voté en contra de la remunicipalización. Lo que hice fue votar a favor de que se pospusiese la decisión para valorar la situación de los trabajadores. No podemos estar quejándonos de que las empresas echan a los obreros a la calle y hacer nosotros lo mismo. De todos modos, le digo al Alcalde que yo soy tan de izquierdas como cuando voté a favor de dar becas para los libros del colegio y ellos votaron en contra.
