"Venimos aquí a pedir justicia". Así se presentaron ayer en el despacho del alcalde de Siero, el Ángel García, un grupo de colaboradores del cooperativista fallecido en 1983, Amador Fernández, para el cual reclamaron una calle que recuerde "su trabajo desinteresado" y su papel fundamental en la construcción de 200 viviendas baratas en el municipio entre los años 1962 y 1975.

Al despacho del alcalde acudieron el exalcalde de Siero entre 1970 y 1979 Julio Fernández Noval, el que fuera edil en ese mismo periodo Desiderio Díaz, el sucesor de Fernández al frente de la cooperativa "La Amistad", Abilio Díaz, y el concejal y colaborador Juan Camino, así como el hijo de Amador, Carlos Amador Fernández. Todos con la misma intención de una persona que aseguraron "formó un tándem perfecto" con el también cooperativista Valentín Palacio, que ya tiene una calle en la vía que va a dar a la bolera que también lleva su nombre.

La propuesta viene a recuperar una realizada el 30 de septiembre de 1990 en la que se reclamaba , con el apoyo de 77 firmas, dedicar a una vía a Fernández por diversos motivos como su papel fundamental en la creación de una decena de cooperativas entre las que destacaba la de vivienda "La Amistad" y la de transportistas de Siero y Noreña. Asimismo, se le atribuyen como méritos su ayuda a consolidar el hogar del pensionista intermunicipal, del que fuera presidente, y a la creación de la oficina de la Caja Rural en la capital sierense.

Aquella demanda no tendría entonces recorrido y por ello ahora los promotores quieren que se garantice su consecución. "Podemos esperar a que haya una calle disponible y se le ponga el nombre", apuntó Desiderio Díaz, mientras que Juan Camino sugirió aprovechar el crecimiento de la Pola hacia el este. "La prolongación de la calle Ángel Embil, pendiente de desarrollar, podría ser una buena alternativa", comentó el concejal.

Una sugerencia que el Alcalde se comprometió a respaldar y tratar de llevar a cabo este mandato "si es posible". Primer paso para hacer eterno a un hombre natural de Carbayín Alto, que trabajó en el pozo Mosquitera y luego pasó a ser funcionario de la caja de pensiones. Puesto desde el que dio el salto a un cooperativismo que añoran sus colaboradores. "Desapareció porque era trabajar mañana, tarde y noche sin cobrar nada", sostuvo Desiderio Díaz.