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MARÍA ISABEL MENÉNDEZ SUÁREZ | Secretaria del Colegio de Podólogos de Asturias

"Las madreñas, para el uso que se les da en Asturias, son muy buen calzado"

"La demanda del podólogo aumentó porque la gente quiere mucha calidad de vida; el pie es la base de nuestro cuerpo y de la actividad diaria"

M.ª Isabel Menéndez, tocando las madreñas de la estatua "La Hilandera", uno de los símbolos de la villa de Pravia. SARA ARIAS

María Isabel Menéndez Suárez es la secretaria del Colegio Profesional de Podólogos de Asturias que ayer organizó una jornada técnica y la asamblea anual del colectivo en Pravia, donde la profesional trabaja. El auge de los servicios sanitarios en las zonas rurales y las facilidades que dio el Ayuntamiento posibilitaron su celebración.

-¿Es tan importante el cuidado de los pies?

-Es la base de nuestro cuerpo y de todas las actividades que realizamos a diario. Por el estilo de vida que hoy llevamos, en el que pasamos horas y horas trabajando y luego tenemos vidas activas, con hobbies, deporte y viajes... Es importante, porque si hay una patología se puede agravar y, aparte, están las exigencias de los individuos de estar al ciento por ciento para todo. Está probado científicamente que cualquier problema en el pie repercute en el resto del esqueleto, lo que llamamos biomecánica.

-¿Cuáles son las principales patologías que atienden?

-Sobre todo, dedos en garra, uñas encarnadas, helomas, hiperqueratosis, juanetes, micosis, pies planos, infecciones... Y también tratamos muchos pies diabéticos, con muchos riesgos por la mala circulación. Es necesario tener mucho cuidado y atenderlo.

-¿Hay concienciación entre los usuarios de acudir a un profesional sanitario?

-Creo que sí, aunque es una profesión que sufrió una revolución en los últimos años. Creo que la implantación de los estudios universitarios, de postrado, máster y doctorado han ayudado. Hasta ese momento era una especialidad más de enfermería. En contraposición a una ortopedia o farmacia, nosotros hacemos tratamientos individualizados adaptados a cada persona.

-En el último tiempo se ha puesto de moda correr, basta ver la gran afición que hay en Pravia, por ejemplo. ¿Más problemas para los pies?

-Suelen presentar problemas de apoyo, aumento de la pronación, pies supinados o planos... No sólo pueden presentar una patología, sino cómo se comporta el pie. Es importante estudiar cómo caminamos o cómo corremos o qué gesto hacemos dependiendo del deporte que practiquemos. Para ello hacemos tratamientos específicos e individualizados.

-¿La moda del running ha aumentado la necesidad de ir al podólogo?

-Aumentó en general porque la gente quiere mucha calidad de vida. El running es un buen ejemplo, pero es para todo en general. Por ejemplo, si alguien se va de vacaciones se puede preguntar, ¿qué calzado llevo? Es importante un buen calzado pero podemos hacerle unas plantillas adaptadas a sus necesidades. También trabajar de pie, tenemos muchos pacientes que después de trabajar quieren seguir activos realizando actividades. Depende del nivel de autoexigencia que se tenga.

-Habla de la importancia de un buen calzado. ¿Son buenas las madreñas asturianas?

-(Se ríe). Para el uso que se les da en Asturias a las madreñas, para andar por la huerta o el prado trabajando y evitar la humedad, son muy buen calzado.

-¿Cuál es el principal obstáculo de su profesión?

-Sin lugar a dudas el intrusismo. Nos llega mucha gente después de haber pasado por alguien que no tiene título. Es importante que cuando un usuario acude al podólogo se asegure de que tenga título a través del número del Colegio, que es obligatorio. Hay mucho desconocimiento de qué tengo que exigirle a esta persona para saber si es un profesional o no y el único modo es el número de colegiado. Hay que pensar que el pie tiene muchos riesgos de transmisión de enfermedades, utilizamos aparatos cortantes y es imprescindible cumplir con unas condiciones higiénico-sanitarias que no se pueden hacer en cualquier sitio.

-¿Cómo lo combaten?

-Haciendo comprender nuestro trabajo. Es muy importante destacar que el podólogo no sólo hace clínica, sino que también opera. Y hacen una cirugía muy específica en el pie, con un grado de especialización que sólo puede conseguir un podólogo.

-¿Hay demanda de servicios sanitarios especializados en las zonas rurales?

-Sí y la tendencia crece. Antes sólo había podólogos en Oviedo, Gijón y Avilés y ahora los hay en todos los puntos de Asturias. Hay una demanda evidente de servicios sanitarios que también lo son de cercanía. Pienso que vivir en un pueblo es bueno, tiene las ventajas del pueblo con los beneficios que aportan las nuevas tecnologías.

-¿De qué trata el curso que han realizado en Pravia?

-Fue un curso de ortesiología digital dirigida a podólogos exclusivamente. Son dispositivos que, colocados en los pies, evitan fricciones y previenen patología, a veces también corrige deformidades de los pies. Aunque es un método tradicional, las nuevas tecnologías avanzan mucho y por eso hicimos el taller práctico, para aprender a manejar la tecnología en función de la patología que se presente.

-¿En qué consiste?

-Es un repaso a la patología del pie y luego hay talleres práctico de exploración y confección de órtesis de silicona masilla fluida. Es interesante conocer los nuevos materiales que existen para este tipo de órtesis.

-¿Por qué en Pravia?

-Lo comenté en el Ayuntamiento si nos prestarían instalación y nos dijeron que por supuesto, nos dieron todas las facilidades. Nos reunimos en la biblioteca alrededor de medio centenar de profesionales de Asturias, Valencia, Salamanca... Y los profesores que lo impartieron, Salomón Benhamú y Raquel García de la Peña, que son profesores del Grado de Podología en la Universidad de Sevilla. Después celebramos la asamblea del colegio, en la que participamos 144 podólogos de la región.

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