La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ÁLVARO SOLER | Conservador de la Real Armería, ponente en las jornadas de Carlos V

"La armería de Carlos V es la más importante del mundo por su calidad"

"Las armaduras transmitían mensajes de poder personal, advocaciones religiosas y poderes dinásticos"

Álvaro Soler, ayer, en Villaviciosa. VICENTE ALONSO

Álvaro Soler de Campo es doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense. Es jefe del departamento de Conservación de la Dirección de Conservación de Bienes Histórico-Artísticos de Patrimonio Nacional y conservador de la Real Armería. Ayer impartió una conferencia en Villaviciosa dentro de las jornadas que la Fundación José Cardín ha organizado por el quinto centenario de la llegada de Carlos V.

- ¿De dónde le venía al monarca su pasión por las armas?

-En Flandes y Borgoña, de donde procedía, las justas y los torneos se plantean como juegos de corte y los personajes pueden demostrar a través de la decoración de sus armas el poder personal. Maximiliano I de Austria, su abuelo, es el primero que se da cuenta de que a través de las armaduras puede hacer llegar diversos mensajes de su poder personal o de su pensamiento; devociones, aficiones o lo que sea. Son unas cortes avanzadísimas, las más sofisticadas en este momento y desarrollan este lenguaje de poder que va a continuar por toda Europa.

- ¿Qué se encuentra, en este sentido, a su llegada a España?

-Llega a un mundo donde este tipo de cosas no se desarrollan así ni son tan conocidas. Sí había justas y torneos pero no con este nivel de sofisticación. En la Península y Castilla hasta poco tiempo antes estaban más preocupados en la conquista de Granada que en todo este tipo de lenguaje, que empieza a introducirse.

- ¿Saben qué piezas llegaron con él a Villaviciosa?

-Desgraciadamente no tenemos esa información. El año 1517 para nosotros es una fecha muy temprana, empezamos a tener cosas de los años veinte en adelante. La armería de Carlos V estaba en Bruselas. Cuando él viene a España posiblemente trae una mínima parte, pero se trata del equipamiento normal con el que puede viajar cualquier monarca. El grueso de la armería viene cuando abdica, en 1556.

- ¿Dónde pueden verse estas piezas?

-Prácticamente todo está en la Real Armería del Palacio Real de Madrid, es una de las colecciones de Patrimonio Nacional, que está expuesta y abierta al público. Lo más preciado son las armaduras y las armas, que se han conservado porque su armería la compra entera su hijo, Felipe II, a los albaceas del emperador por 12.000 ducados de oro, un precio muy inferior al valor real. La protege, además, de una posible división de la colección y dice que se tiene que dar a su hijo. Es una colección inalienable de la Corona española y por eso se ha mantenido como un conjunto unido en Madrid desde 1558. El resto de las cosas sabemos que se venden en subasta pública, hasta la ropa de cama, a la misma muerte de Carlos V.

- ¿Qué valor histórico y patrimonial tiene la colección citada?

-Madrid y Viena tienen las dos armerías más importantes del mundo por la calidad de los fondos. El momento culminante de la producción de armaduras de lujo es la primera mitad del siglo XVI, que es justo cuando Carlos V es emperador y los principales centros de Europa trabajan para él. Esto en cuanto al valor material y en lo artístico hablamos de pleno Renacimiento. Son armas relacionadas con todo un ceremonial de la corte, con juegos artesanos y connotaciones simbólicas. Hablan del poder real, de advocaciones religiosas, de poderes dinásticos. Era un elemento con enorme poder político y propagandístico en la Europa del Renacimiento.

Compartir el artículo

stats