"Hoy hacemos justicia con don Abelardo Torrijos". Así se expresaba ayer la presidenta del Hogar del Pensionista de Noreña, Rosa María Noval, al comienzo del homenaje al que fuera fundador de la entidad que tuvo lugar en una Casa de Cultura abarrotada. La presidenta aseguró que cuando se puso al frente del colectivo se preguntaba "cómo es posible que el único reconocimiento que se hizo fue colocar una fotografía suya a la entrada". El homenaje de ayer ha servido para que el reconocimiento sea mayor. El hogar se llama ahora "Hogar del Pensionista de Noreña Abelardo Torrijos Fueyo", y una leyenda recuerda que este nombramiento se ha hecho "en reconocimiento a su contribución al bienestar de los mayores de Noreña y su compromiso con la vida social de la villa condal".

El acto de la Casa de Cultura, presidido por la alcaldesa, Amparo Antuña, contó con la presencia de numerosos familiares del homenajeado, entre ellos su hija, Maruja Torrijos, y su yerno, Pepe Gil. El que fuera presidente de Sonofe, Tino Fombona, intervino para destacar que Torrijos "era un personaje con muchas inquietudes e ideas", y de muchas iniciativas que apoyó desde su puesto en la directiva de Sonofe. También destacó su trabajo como corresponsal del diario Región y como comentarista de Radio Langreo, tribunas desde las que "ponía a Noreña en el escaparate mediático de aquel tiempo".

Por su parte, el cronista oficial de Noreña, Miguel Ángel Fuente Calleja, repasó la trayectoria de "un personaje discutido y querido, trabajador incansable, siempre sonriente, bromista y sarcástico". Fuente dijo que, aunque se le homenajeó sobre todo por sus actividades con la "tercera edad", también fue "un gran precursor de la cultura de Noreña". Según Fuente, "alguien quiso silenciar su actividad pública, pero la justicia generacional tiende a situarlo en el lugar que le corresponde", y no solo por sus pensamientos políticos,

Nacido en Barros (Langreo), Torrijos contrajo matrimonio en 1931 en Noreña con Adela Mortera, y estuvo en el bando republicano en la Guerra Civil. Fue detenido en 1939 y soportó dos consejos de guerra con sendas penas de muerte, de las que resultó absuelto. De regreso a Noreña, comenzó su ferviente actividad, empezó a escribir y hablar en los medios, fue directivo del Condal C. Fl, estuvo en la Sonofe 11 años, y fue el primer presidente de los jubilados de Noreña, motivo por el que se le rinde homenaje. El colectivo estaba bajo las siglas de Asvat, que pertenecía al sindicato vertical, y tuvo problemas con sus antecedentes. Aquí lo tachaban de izquierdista, y los izquierdistas lo tildaban de derechista por pertenecer a un colectivo afín al régimen. Fuente dijo al respecto que "nadie estaba contento excepto los jubilados y pensionistas que disfrutaron de lo lindo, que era lo único que a él le preocupaba".

Fuente destacó las excursiones que organizaba que "gozaron de gran fama", su preocupación por recaudar dinero par las actividades y, finalmente, su opinión de los de Noreña a pesar de las muchas críticas que había soportado: "Son buena xente".