"Me siento muy feliz, orgullosa y agradecida. Es un honor". María Teresa Álvarez se deshace en elogios hacia el proyecto de crear una ruta turística basada en su libro "La indiana", en el que trabaja un grupo de alumnos de primero de bachillerato del instituto candasín. La autora local visitó ayer a estos estudiantes de cuarto de la ESO con los que, asegura, pasó un mañana "divertidísima".
"Me alegró mucho el encuentro, tanto con el grupo que hizo la ruta como con el otro grupo que había leído el libro en clase. Fue muy bonito porque me dijeron que habían descubierto cosas de Candás que desconocían", asegura la escritora y periodista local, satisfecha porque sean también "los jóvenes" los que se acerquen a sus obras.
Para elaborar la ruta literaria turística, los alumnos del instituto han seleccionado 15 puntos de Candás y otros tantos textos de "La indiana" que transcurren en ese lugar. Una elección "correctísima" para Álvarez, que también aprovechó la ocasión para ayudar a los escolares "con alguna pequeña sugerencia".
Si a los estudiantes que elaboran la ruta turística les llamó más la vertiente histórica de la novela, los de cuarto de la ESO parecían estar más impresionados con el guión narrativo. "¿Por qué tardaste tanto en juntar a Silverio y Marina?", preguntaba con cierta indignación uno de los escolares.
Precisamente, la escritora carreñense se pondrá en próximas fechas a trabajar en la segunda parte de "La indiana"; una noticia que fue acogida de muy buen grado por los estudiantes que, por supuesto, no pudieron reprimir el impulso de sugerir tramas y cauces para continuar el curso de la historia.
"Lo único claro es que voy a llevarlos a Cuba", desveló la escritora, que también se sinceró ante las preguntas del entusiasmado auditorio y reconoció que todos los personajes tienen parte de ella misma. "Para mí fue muy duro escribir algunas partes de la novela. Soy candasina, afortunadamente nunca pasé hambre, pero sé de generaciones anteriores a la mía que lo pasaron mal y fue complicado escribir sobre ello", se sinceró Álvarez, una de las muchas artistas que ha dado el concejo de Carreño a lo largo de su historia cuyo legado traspasará el papel de la novela para inmortalizarse en las calles de Candás.
