Tres ovejas es el saldo que ha dejado el último ataque de fauna salvaje a un rebaño de la localidad de Llamero (Candamo). El ganadero, Ángel Reguero, halló los cadáveres de los animales en una finca "en medio del pueblo" el pasado jueves por la mañana. Tras dar aviso a la Guardería de Principado, los agentes que se personaron e inspeccionaron el área certificaron la muerte de los animales y la achacaron al lobo. Además, según precisa el ganadero candamín colocaron una cámara de videovigilancia para tratar de observar al cánido: "Se quedaron dos carroñas ahí por si volvía a comer pero nada", comenta Reguero.

Sin embargo, el ganadero asegura que la cámara ya no estaba al día siguiente, por lo que sospecha que el Principado "tiene poco interés" en resolver el problema. Asimismo asegura que está buscando una cámara de visión nocturna para colocarla en su finca y tratar de capturar una imagen del lobo.