En la I Feria de Antigüedades y Coleccionismo que hasta hoy se celebra en la plaza cubierta de Pola de Siero se descubren muchas curiosidades, como que los objetos religiosos son los favoritos del público gay, según reconoce el anticuario Enrique Escoín (Castellón). Una de las joyas que vende es un pebetero para ofrendas de principios del siglo XVIII, realizado en bronce. Otras piezas llamativas son un sagrario de madera también del siglo XVIII, y parte de un retablo.
Los jóvenes prefieren muebles y artículos de decoración. Optan por lo "vintage" (piezas originales de entre los años 50 y 70) o retro (copias de objetos de antes), explica el cántabro José Comodé. Pero las que no fallan son las muñecas de colección y las Nancys gustan hasta a los chavales, apunta Leire Pérez.
