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"En Ambás hay sitios que parecen idóneos para excavar", aseguran los arqueólogos

Los especialistas buscan en Grado los usos del pasado para combatir "la crisis extrema" que sufre el mundo rural asturiano

A la izquierda, los arqueólogos Pablo López, Santiago Rodríguez, Fernando Barrientos y Jorge Álvarez, con Pepe García, de Ca' Pin de Cubia. S. ARIAS

"Los resultados de estos estudios podrían servir hoy en día para que no desaparezcan los pueblos; el mundo rural asturiano vive una crisis extrema". El arqueólogo Pablo López explica de esta forma las esperanzas que ha puesto el Laboratorio de Arqueología Agraria en el trabajo de campo que está desarrollando en la parroquia de San Salvador de Ambás, en Grado.

El laboratorio, dirigido por la profesora de la Universidad de Oviedo Margarita Fernández Mier, ha realizado prospecciones y un estudio de la microtoponimia de la parroquia, donde investiga la organización del espacio y los efectos que surgen por la interacción del ser humano con el objetivo de hallar soluciones a los pueblos a través de los usos históricos del territorio. Un estudio que tiene toda la pinta de ampliarse con una excavación arqueológica debido a los buenos datos que han obtenido.

Los trabajos se enmarcan en el proyecto "Espacios locales y complejidad social. Las raíces medievales de un problema del siglo XXI" que el Laboratorio de Arqueología Agraria lleva a cabo en paralelo con otros dos proyectos similares en Vigaña de Arcéu (Belmonte de Miranda) y Villanueva (Santo Adriano), que permitirán conocer los modos de vida medievales en un pueblo de alta montaña, en un fondo de valle y en una altura media como es Ambás. "Es muy importante obtener información de los tres porque nos permite ver cómo es la evolución de los distintos espacios dentro de Asturias".

Y, para ello, se han entrevistado con todos los vecinos de la parroquia, que incluye también los pueblos de Cubia y Tablao, con quienes visitaron todas las fincas para conocer sus usos y microtoponimia. "Nos dicen desde qué se plantaba o cómo, por ejemplo tienen el sistema de las llousas, una manera de organizar con pequeñas tiras las plantaciones", explica. Unas entrevistas que han encandilado a los arqueólogos "porque si no fuera por ellos no habríamos hecho este trabajo". También tuvieron la ayuda del etnógrafo local Xosé Ambás. Además, los arqueólogos realizaron prospecciones mediante el reconocimiento visual en superficie y con el sistema de geolocalización "Lidar", que permite tomar imágenes sin vegetación del territorio para observar las distintas formaciones del espacio.

Ahora, los arqueólogos estudiarán toda la información obtenida al tiempo que inician la excavación en el vecino concejo belmontín. "Tenemos que ordenar los resultados y hacer análisis de las muestras recogidas, y si alguna tiene interés se podrían hacer dataciones, aunque es muy caro", precisa López.

Y lo cierto es que han encontrado algunos restos muy atractivos, como cerámicas. También saben con seguridad que la parroquia tiene dos castros de la Edad del Hierro y una cueva con un enterramiento de una persona con un hacha, que fue descubierto en los años treinta del pasado siglo pero del que ya no quedan restos. "Nos vamos muy contentos, hay sitios que parecen idóneos para excavar, y estamos interesados en ellos", concluye López.

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