El equipo de gobierno de Siero, del PSOE y de Foro, quiere potenciar el mercadillo de los jueves de El Berrón. Con ese propósito llevó ayer al pleno de modificación de las ordenanzas fiscales la propuesta de reducir la tasa que los vendedores ambulantes pagan por la ocupación de suelo en esta localidad. Los puestos tienen que abonar 365,40 euros al año, pero, dada la poca afluencia de vendedores -sólo hay siete registrados- y de público, en El Berrón tendrán una bonificación de un 25% en la tasa, para ver si así repunta la actividad. El coste anual para un puesto instalado aquí será de 274,05 euros. De ese modo, en 2017 se ahorrarán 91,35 euros, explicó el edil de Hacienda, Alberto Pajares.

Los vendedores ambulantes de El Berrón acogieron con los brazos abiertos la rebaja en el precio de la tasa. Sólo hacía falta dar una vuelta por el mercadillo para comprobar que éste pasa por sus horas más bajas. Ayer sólo había tres, dos de aceitunas, caramelos y frutos secos, y otro de ropa. Los clientes que echaban un vistazo eran pocos más.

"Y en invierno estoy yo solo", decía José Manuel Pulido, un avilesino fiel a El Berrón los jueves. "Vas haciendo tu clientela, sigues por aguantar, pero las tasas son caras y al instalarte aquí ya partes con un gasto", indica. Eso sin sumar otros costes, como el desplazamiento.

Una clienta asidua comenta en este puesto de aceitunas, caramelos y frutos secos que este mercadillo "va a morir porque la gente va a comprar a la Pola, en lugar de quedar en El Berrón". Cristina Barraso también acude todos los jueves. "Me presta venir, pero la gente va los martes a la Pola", argumenta. "Si no trabajo, vengo los jueves, es una costumbre. Vienes, das una vuelta, tomas un café?", agrega, lamentando la poca afluencia de público y de vendedores. "No sé por qué pues El Berrón creció mucho?", reflexiona mientras echa un vistazo a la ropa. "A mí me encanta y siempre compro", indica. La acompañaba Dionisia Barraso: "Me presta venir a dar una vueltina", apuntó.

Lucas Jiménez, un vendedor poleso, cree que "ya era hora de que bajaran la tasas. Es una ayuda grande para nosotros porque, si no, este mercado va a morir", reflexiona. Achaca esta crisis a que, a la hora de cobrar por la ocupación de suelo público, los responsables municipales han de tener en cuenta que en mercadillos pequeños como el de El Berrón las ventas son menores. Insiste en que "no hay reclamo de gente". "Era una vieja demanda", destaca Luis Peña, de Aperitivos Ramos. Reclama que sólo se pague una vez la licencia, al inicio de la actividad, y que no sea un gasto que se sume al coste por ocupación de suelo. Adelina Argüelles lamenta que "esto muere" mientras compraba frutos secos.