La Feria de la conserva de Candás cerró ayer su vigésima octava edición con unos resultados bastante aceptables teniendo en cuenta que el tiempo no ayudó. En este caso, fue demasiado bueno. "Es cierto que cuando llueve es nefasto porque mucha gente ni se acerca por aquí, escapan, pero el sol tampoco es bueno porque en días como hoy mucha gente se va a la playa", explicaba Roberto Canal, responsable del puesto de Conservas Telva, uno de los dieciséis de empresas conserveras que ofrecieron su producto a lo largo de todo el fin de semana, y que procedían de Lastres, Xivares, Oviedo, Navia, Gijón y Tapia de Casariego, en Asturias, además de otros de Santoña, de Málaga y del País Vasco.

Aun así, aunque el tiempo solo acompañó a medias, los conserveros tuvieron una venta relativamente buena, que mejoró los resultados del año pasado, que no fue tan satisfactorio como habían previsto.

Los productos más solicitados, como es habitual, fueron el bonito, tanto en bote de vidrio como en lata, y las anchoas, que también aparecen en esos dos tipos de envase. Pero hay otros que tienen tirón y nunca faltan clientes que se los lleven a casa, como las sardinillas, los mejillones y las almejas. Y también están cobrando fuerza los alimentos cocinados. Muchos clientes llegan atraidos por los precios, y por el gran formato de los envases, que contribuye también al ahorro.

Los clientes tenían mucho donde elegir. "Hay tanto que a veces cuesta decidirse por qué marca comprar; yo tengo algunos puestos fijos, pero con otros pruebo cada año, y la verdad es que no me suelo equivocar", aseguraba ayer Amalia García, de Oviedo. "Somos habituales, es raro el año que nos lo perdemos porque nos encantan las conservas; llevamos muchos años viniendo", apostilló su marido, Ramón Blanco.

La feria contribuyó a que la localidad tuviera a lo largo de toda la jornada del domingo un gran ambiente.

Además de la parte comercial, hubo una parte didáctica dedicada a los niños, que en la jornada del sábado participaron en un taller de "Cocina divertida con conservas", a cargo de Huber y Ana Animación, que tuvo el pescado como protagonista indiscutible. Y ayer tuvieron la oportunidad de aprender el proceso del envasado, en otro taller.

Tanto vendedores como clientes coinciden en que la feria conservera de Candás es un referente en el sector, y muchos consideran que la iniciativa debería ser imitada en otras localidades de Asturias.