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Las fiestas de Viella, una piña

"Los jóvenes deben tomar las riendas de la organización de los festejos", dicen "Los Paxarros", que cumplen 25 años al frente de La Asunción

Los numerosos vecinos que participaron en la jira del agua por las calles de Viella este domingo. A. F. V.

Las fiestas de Viella son una piña. Así lo demuestra la asociación de festejos de la localidad, que este año cumple 25 años organizando uno de los festejos "más familiares de Siero", como así los definen sus parroquianos. Pero aun con el orgullo de cumplir sus bodas de plata al frente de la celebración y el convencimiento de que el trabajo bien hecho garantizará un nuevo éxito en La Asunción, los miembros de "Los Paxarros" -antes asociación juvenil "El Pielgu"- piden a la juventud que dé "un paso al frente" y tomen las riendas de la organización de su fiesta.

"Esta fiesta nació por la ilusión de los guajes del pueblo y, desde entonces, la juventud siempre estuvo involucrada en su organización. Este es el motivo por el que somos todos una piña y se respira tan buen ambiente". Como desde hace 24 años, Jorge Castro pasa las fiestas de La Asunción tras la barra de la carpa. Asegura que son tres días "agotadores" de trabajo incesante, que al finalizar los festejos está "hecho polvo" y que luego necesita varios días para recuperarse. Aun así, lo hace con "orgullo" y "cariño" a unas fiestas que él mismo vio crecer.

"Aún recuerdo el primer año, cuando lo único que había era un tractor con remolque a modo de escenario y una barra. Desde entonces, poco a poco fuimos creciendo hasta lo que tenemos hoy: una carpa y sillas y mesas para casi medio millar de comensales", recuerda Castro.

Por aquel entonces lo hacían bajo el paraguas de la asociación juvenil "El Pielgu", "bautizada así en honor a una charca que había en las inmediaciones de la iglesia", pero con el paso de los años y la aparición de las primeras canas, los miembros de la asociación de festejos decidieron que ya no estaban en edad de ser asociación juvenil y se constituyeron como "Los Paxarros", "que es como se llama a los vecinos de Viella". "Aun así siempre tuvimos gente joven. Se han ido uniendo diferentes generaciones y te encuentras con situaciones entrañables como que yo ahora comparto barra con guajes que vi venir a la fiesta en cochecito", asegura el sierense.

Además de para que toda la parroquia disfrute de unas fiestas "de restallu", Castro insiste en que la organización de los festejos sirvió para unir a los jóvenes de Viella. "Hizo que nos conociésemos todos, independientemente de la pandilla a la que perteneciésemos; y no sólo eso, sino que también hizo que estrechásemos lazos. Desde entonces quedamos muchos para ir a comer el bollo a otras fiestas o para tomar algo... Es algo que unió mucho a todo el mundo", reitera.

Ahora, tanto Castro como los directivos de "Los Paxarros" quieren que los jóvenes tomen las riendas en la organización de las fiestas, aunque el objetivo se antoje complicado. "Organizar las fiestas hoy en día no es como antes. Los requisitos que exige la administración son muchos y lleva mucho trabajo; aún así, deberían hacer un esfuerzo", incita el vecino, quien reconoce que tanto él como los de su generación están "un poco cansados" de tanto trajín. "No tenemos ni el tiempo ni el humor que teníamos antes para buscar nuevos socios o iniciar nuevas actividades", asume.

Con todo, y mientras esperan a que llegue una nueva hornada de guajes de Viella que tengan la ilusión por celebrar La Asunción que ellos tenían hace 25 años, "Los Paxarros" lo tiene claro: "La fiesta se va a seguir celebrando. No lo dejaremos morir en la vida".

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