Vanessa Vigil y Deva García son las jóvenes de Muñó (Siero) elegidas el día de Reyes para llevar el ramo, ayer, en las fiestas de Nuestra Señora del Rosario. Son las romeras "nombradas" y visten igual. Su cometido era pedir para recaudar fondos y llamar a unas amigas para que las ayudaran en la procesión: "les romeres buscaes"; ayer tuvieron tal honor las gijonesas Natalia Rivera y Laura Fernández, que también llevaron la misma indumentaria.

Deva García se sentía orgullosa por "representar al pueblo". "Llevamos aquí desde pequeñas y hace mucha ilusión", reconoció, "un poco nerviosa", al igual que Vanessa Vigil, que destacó que es un momento especial porque "está todo el pueblo".

El párroco, Manuel Suárez, las animó a que esta forma de "honrar a la Virgen en la advocación de Nuestra Señora del Rosario no sea un día más, que sirva para orientaros en la meta". Como manda la tradición, acompañaron a las romeras cuatro chicos -amigos o novios-, que son quienes portan la Virgen: fueron Pedro y Luis Hevia, José Bermúdez y Pedro Álvarez.

Pero el de ayer fue un día especial en Muñó, pues conmemoraron los 300 años de historia de su ramo, que, como destacó la mayordoma de la cofradía, Sonia Rodríguez, "es único en Asturias", pues va vestido con telas para confeccionar prendas, corbatas, roscones y rosarios, y coronado con flores. Fueron convocadas las 116 romeras vivas, aunque no todas pudieron acudir, y les impusieron una medalla. Mercedes Velasco no pudo reprimir la emoción al recibir una réplica del ramo como agradecimiento porque se encarga de vestirlo desde hace 50 años. "Es lo más grande que me pasó en la vida porque lo hago con amor a la Virgen y a la parroquia", apuntó. Las romeras comieron juntas una paella.

Por la noche actuaron "Los Chunguitos" y hoy sigue la fiesta.