El plumero de la Pampa -"cortaderia selloana", de nombre científico- ha invadido y es el verdadero dueño de los terrenos abandonados del frustrado polígono de Bobes, en Siero. No es que el problema sea nuevo, es que con el paso del tiempo, sin que nada ni nadie lo evite, se ha acrecentado. Los vecinos están desesperados porque ya no saben a quién acudir para evitar la proliferación de esta planta invasora. Hace un año ya intentaron actuar ellos mismos, pero el Principado, a quienes reclaman una actuación, no les autorizó.
"Inunda todas las fincas", no sólo las del fallido polígono, lamenta el alcalde de barrio de Bobes, Francisco Javier Villanueva. "Estamos abandonados y no sabemos a quién reclamar", apostilla. Reconoce que "cada vez va a peor". "No sé qué vamos a hacer, pero algo habrá que hacer", reflexiona. Además, se quejan de que entre los plumeros y la maleza que se han apoderado del 1,2 millones de metros cuadrados del polígono, proliferan también los ratones y es habitual encontrarse con jabalíes a plena luz del día.
"Está todo abandonado y el problema son las casas que quedaron dentro del polígono", destaca. Es el caso de algunas viviendas de Los Campos y el Alto de Balbona.
Antes de que entraran las máquinas en estos terrenos de Los Campos, San Miguel de la Barreda, Balbona, Bobes y Viella, había prados, a los que ahora han sustituido los plumeros. Su poder de propagación es enorme y, además, han pasado a formar parte del paisaje que bordea a la autovía A-64. En cada esquina hay un grupo de ellos, que encuentran arraigo en cualquier lugar.
