En Marcenao (Siero) están orgullosos porque han recuperado sus fiestas de la Santa Cruz gracias al entusiasmo de una renovada y joven comisión de festejos. Vecinos como José Álvarez Díaz confían en que "para el año que viene vuelvan a hacerla otra vez".

Lorena Ordiales recuerda que desde "hace muchísimos años era tradición subir al Picu Castiellu y celebrar allí la eucaristía, donde la Cruz, y allí se hacía la fiesta". Destaca que lo especial de este día estaba en que "los que éramos de Marcenao pero vivíamos fuera nos hermanábamos". Así que también confía en que "poco a poco se haga atractiva" y atraiga a más público. Ayer, Lorena Ordiales lo disfrutó en familia: con Miguel Vega y sus hijas Iris e Izel.

Para José Álvarez es "buena noticia" que se recupere la fiesta y recuerda cuando antaño "subía mucha gente a la cruz". Destaca que lo mejor de esta fiesta es que "disfrutas porque vas a comer con amigos y vecinos". A su lado, José Luis Fernández García recordó que él mismo trajo la madera de pino de León y los chavales que entonces estaban en la comisión de fiestas hicieron la cruz. "La primera la tiraron unos gamberros, pero traje otra", apuntó, y apostilló que le "gustaría que ahora se mantenga la fiesta". Miguel Ángel Fernández acudió invitado porque le "prestan más las fiestas pequeñas de pueblo como ésta". El párroco, Alejandro Díaz Noval, aprovechó la fiesta para despedirse de sus feligreses y presentar a su sustituto, Juan Hevia, también párroco de la Pola.