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Relevo en La Ponte

"Me gusta porque los crío yo", afirma el joven Hugo Flórez, que presumió de sus animales en la feria de Puentevega

Arriba, Arturo Romero, Julio Albuerne y Manuel Martínez observan el ganado. Abajo, Borja de Aces, con sus ponis, y su primo Fabián Díaz. S. ARIAS

La Ponte es centenaria pero muy joven. La feria ganadera, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, se celebró ayer en Puentevega (Pravia) con mucho ambiente y con los jóvenes ganaderos de la comarca empezando a dar sus primeros pasos. Porque si algo tiene La Ponte es que es una tradición para los vecinos del Valle de Arango, que siguen llevando el ganado a la feria aunque las compraventas sean ya, prácticamente, inexistentes. Vacas, bueyes, burros, caballos, cabras y hasta ponis se pudieron ver en la feria, que se completó con rayas de bolo batiente.

Uno de los nuevos ganaderos que acuden a La Ponte es Hugo Flórez, de Puentevega. Una oveja, cabras y un castrón fue la ganadería que bajó a la plaza de su pueblo, pues es de Puentevega. "Vinieron a hacerme ofertas, le dije que madre y cría doscientos euros y que el lote completo por 300 euros, pero no los quisieron", señala. Poco o nada le importó al pequeño ganadero que se frustrara la operación, porque si hay algo que le gusta es cuidar de sus reses. "A mí me gusta porque los crío yo, los veo crecer y no me hace nada porque los cuido", explicó.

Cariños y mimos no les faltaron porque además de un ganadero entregado recibieron la visita de todos los niños que había en La Ponte, a los que Flórez les cogía las crías de cabra para que las pudiesen acariciar y tocar de cerca, por encima del cercado que montó. Y hasta gusanitos les dieron en el aperitivo. Martín García y Alma y Magalí Camporro dieron la vuelta al recinto sólo por verlas.

Si las cabras les llamaban la atención, otro tanto los ponis de Borja de Aces Fernández, otro joven ganadero de la zona. "No se venden", alertaba el pequeño cada vez que veía a algún visitante muy encariñado. Él llevó sus cuatro ponis a La Ponte "para seguir la tradición y porque me gustan las vacas y el ganado en general". Y fue enseñando el manejo a su primo, Fabián Díaz de Aces, quien le acompañó vara en mano.

A quienes más gustó ver a los jóvenes ganaderos tomar el timón de La Ponte fue a los mayores, los que vieron la feria "con treinta veces más de gente, aquello era increíble y había muchas ventas pero ahora es sólo exposición, recuerdo de chiquillo de limpiar praos y praos de los papeles de la empanada o los restos que quedaban de la fiesta", comentó Gerardo García.

"Que no se pierda"

La Ponte sigue siendo para muchos una cita ineludible en el calendario, como para el candamín José Pravia, quien llegó, como siempre, a lomos de su caballo desde Espinosa a sus más de ochenta años: "Esto es una feria centenaria, presta venir a verla aunque el ganado ya no es como antes, que se compraba y vendía mucho, ahora es más testimonial, para que no se pierda de hacer esta fiesta".

Tanto tirón tiene que hasta Puentevega llegó Emilio León, de Podemos Asturias, quien charló con los ganaderos y asistentes. También la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, no se perdió la feria y fue la encargada de otorgar los premios a las mejores reses y ganaderías en el primer año de La Ponte como Fiesta de Interés Turístico Regional que finalizó ayer con actividades por la tarde y verbena. Hoy habrá misa solemne, campeonato infantil de bolos, concierto de la Banda de Música y verbena con "Essencia" y "Fania Blanco Show".

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