La casualidad quiso que Begoña Álvarez mirase hacia arriba al descansar mientras apañaba manzanas de su pumarada de Santecía, en Candanal (Villaviciosa). Vio una especie de sombra en el árbol y, acercándose, descubrió que era un nido de avispas que más tarde un vecino identificó de la especie velutina o asiática. Es el primer caso del concejo y Álvarez teme tanto por la seguridad de las personas y sus animales como por la posible propagación de los agresivos insectos, famosos por destruir colmenas de abejas. "No me quiero imaginar que se llene todo de nidos de estas avispas", explica.

Vecina de Gijón pero nacida en Candanal, pasa bastante tiempo en la casa familiar y decidió llamar al 112 Asturias para comunicar la existencia del nido. Pero era el pasado lunes 17, el día que en Asturias no amaneció por la propagación del humo y la ceniza de los incendios forestales, y en el servicio no pudieron atenderla.

Esperó unos días para volver a llamar y el viernes un guarda de Medio Natural, dependiente del Gobierno regional, se desplazó a la pumarada de Santecía para examinar el nido. Subió al árbol con una escalera, hizo fotografías y le mostró las diferencias entre la avispa autóctona de Asturias y la velutina. También el tipo de nido se corresponde con esta segunda, una construcción que sorprende por el tamaño (más de medio metro de altura), la forma y la textura. La solución que le han planteado es que el Principado mandará a una empresa para que fumigue. Álvarez recibió ayer la visita de representantes de la diputada de Podemos Asturies Paula Valero y del portavoz local, José Fernando Díaz, "Pindi", quienes pidieron al intervención para atajar el problema de esta especie invasora.