Jaime Prados lo tiene todo preparado. El monitor de "Trastadas y más" ya ha comenzado su gira por las parroquias de Carreño para ofrecer a los pequeños de la zona rural actividades extraescolares. Ha empezado en la escuela rural de Logrezana. Allí, Paula Pérez, César Valdés, Rafa González y su hermano Lucas toman un tentempié para esperar el taller. Juntos se desplazan a otra sala, Prados coloca una mesa en el centro del aula y los pequeños se sientan en sus respectivas sillas. Cada uno lleva un tupper porque van a hacer blandiblú con sus propias manos y luego podrán llevárselo a casa. "Es algo asqueroso, viscoso,...", comenta el monitor. Es entonces cuando vierte un poco de cola en cada uno de los tuppers y después un detergente de color. Los pequeños remueven con un palo y generan una pasta, que luego han de moldear con sus manos. "Es muy importante lavarse las manos después de la actividad", advirtió Prados a los niños. "Me da un poco de asco, arggg", señala el pequeño Lucas González mientras manosea la pasta. Por otra parte, estaba encantado. Una sonrisa cómplice le acompañaba mientras se pasaba de un lado a otro el blandiblú.
Prados insiste en la importancia de las manualidades y los talleres para los pequeños. "Esto no se basa en dejarles una ficha y colores para que rellenen, los niños vienen a experimentar, a jugar y a aprender, por ejemplo, la importancia del reciclaje. Usaremos mucho cartón y lo reutilizaremos para hacer muchas cosas", señaló el monitor de la "ludomóvil" rural que también imparte clases similares en Albandi, Xivares y en la escuela que comparten Guimarán y El Valle. "Otra de las ideas que tenemos es confeccionar una tela de araña para Halloween", apuntó Prados.
Cada mes, cambia la actividad. Para noviembre y coincidiendo con el Día Internacional Contra la Violencia Machista, habrá actividades vinculadas con la igualdad de género.
Paula Pérez es la más mayor de los alumnos de Logrezana y el próximo año cambiará de centro. Tiene más destreza con el blandiblú. Rafa González la mira y sigue sus pasos. César Valdés también juega con la pasta y hace formas colocándola entre una mano y otra. Mientras tanto, Lucas González sigue liado con el blandiblú, con el que, pese a afirmar que le "da asco", no deja de jugar y jugar con la mezcla de cola y detergente.
