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El Centro de Educación para Adultos se llena de jóvenes, en paro tras la crisis

Los alumnos entre 18 y 30 años subieron del 20% al 70% en la escuela, en busca de una formación básica para reengancharse al mercado

César Hevia. MARIOLA MENÉNDEZ

La bonanza económica provocó que muchos jóvenes abandonasen sus estudios con 16 años para ponerse a trabajar, principalmente en la construcción, porque era fácil encontrar un empleo en que se ganaba un sueldo curioso. Pero cuando estalló la crisis, esos chavales se quedaron sin puesto de trabajo y sin formación. Así que no les quedó más remedio que volver a las aulas para cursar unos estudios mínimos y obtener un título, que les piden para realizar un curso del Servicio Público de Empleo, para acceder al ejército o hasta para obtener un título de entrenador de fútbol, por poner sólo tres ejemplos.

Donde más perciben esta situación es el Centro de Educación para Adultos Centro-Oriente, con sede en la Pola, y que da servicio a Siero, Nava, Piloña, Cabranes, Noreña, Bimenes y Sariego. Su director, César Hevia Hevia, lo ratifica: "antes de la crisis no teníamos alumnos jóvenes. Empezaban en un trabajo con 16 años y con la crisis empezaron a llegar jóvenes, y cada vez más". En cifras, se traduce en que alrededor del 70% de los estudiantes de este centro tienen entre 18 y 30 años, mientras que hace unos diez años eran sólo un 20%.

En este centro de la Pola se imparten varias enseñanzas, dirigidas a personas con 18 años o más. Por un lado, ofrecen formación básica en dos niveles. El primero de ellos abarca una alfabetización hasta el equivalente académico de segundo o tercero de Primaria. El segundo es similar hasta los estudios de sexto.

Además, en el Centro de Educación para Adultos Centro-Oriente dan clases de español para extranjeros y enseñanza secundaria obligatoria (ESO), para que los alumnos logren esta titulación fundamental. Puede ser presencial o a distancia. "Si no la tienen, en el mercado laboral no tienen opciones. Muchos no pueden acceder, por ejemplo, a cursos del paro", argumenta César Hevia. Destaca que detectan "problemas de comprensión porque no hay hábito de lectura, derivado, principalmente, del uso de las nuevas tecnologías".

También imparten competencias clave para cursos de cualificación profesional destinados a personas que llevan años trabajando en un oficios, pero no tienen titulación. En algunos exigen disponer del título de secundaria, así que como muchos carecen de ella, estas enseñanzas son "una formación a caballo entre Secundaria y Primaria que les habilita para esos cursos clave". César Hevia asegura que cada vez tienen más demanda de alumnos porque se dan cuenta de que necesitan unos estudios mínimos. "Lo ven el día que vienen a matricularse", agrega. Algunos dejaron los estudios por vagancia, otros porque les costaba, y hay quien siguió otro camino. Pero, al final, se dan cuenta de que sin estudios no van a ningún lado.

En el Centro de Educación para Adultos de la Pola también preparan a los estudiantes para la prueba de acceso a la Universidad. "Cada vez tenemos más gente y cada vez obtienen mejores resultados", comenta. En total, más de 30 alumnos y de los diez alumnos que se presentaron al examen en junio, aprobaron ocho. "Tenemos abogados, psicólogos, una maestra...", comenta orgulloso del éxito. Esta prueba también da acceso a grados medios y superiores.

El aula mentor es formación a distancia. Son cursos on line a través de un convenio con la Consejería y con el Ministerio de Educación. "Estos tienen un coste, el resto son gratuitos", apunta el director de este centro en el que dan clase de Primaria y Secundaria once profesores. Reconocen que "los niveles académicos bajaron con los años". Además, aquí realizan la prueba libre para obtener el título de Secundaria. En total, son más de 300 estudiantes.

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