La caída estos días no ha sido agua de mayo, sino de diciembre, pero es tan apreciada como si lo fuera. La escasez de precipitaciones ha afectado al campo y, en concreto, a la huerta, por lo que los agricultores ya miraban al cielo para ver si caía alguna gota que regara sus tierras. Lo malo es que el agua ha venido de repente y demasiado intensa, pero así todo, los vendedores del mercado de excedentes agrícolas de los martes en Pola de Siero están encantados con las lluvias de estos días y que, según los pronósticos meteorológicos, continuarán esta semana.
"¡Claro que hacía falta que lloviera!", afirma contundente María Luisa Álvarez, en su puesto. "Había mucha seca", argumenta. Incluso, esta lluvia "es buena también para los árboles, porque tengo un naranjo al que le estaba cayendo la hoja por la falta de agua". A los castaños les perjudica igualmente la sequía.
"Vino bien, aunque tenía que haber venido primero", agrega Amador Molleda, que también tenía su huerta con falta de riego. En la misma línea se pronuncia otra de las vendedoras de la plaza, María Victoria Llano: "fue demasiada, pero vino bien para el campo, que ya necesitaba que lloviera".
Su marido cree igualmente que estas precipitaciones han sido estupendas para dar de beber a la tierra, pues benefició a todos los cultivos en general. "La reserva -de agua- es muy buena para cuando se siembren les fabes y maíz", aunque sea para últimos de abril, comenta Juan Rodríguez. Insiste en que afecta en este sentido "si hay seca de invierno", así que las precipitaciones benefician "para todo" y los distintos cultivos, aunque ahora no es una época demasiado productiva en la huerta, y más cuando "hacía tiempo que no llovía", remarca Juan Rodríguez.
El entusiasmo aún les durará unos días más, pues según la Agencia Estatal de Meteorología volverá a llover desde mañana.
