El Palacio de los Vigil de Quiñones, de Aramil (Siero), saldrá a subasta pública el próximo día 29. Será en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo, a las 10 de la mañana. Es la decisión que han tomado los propietarios de este edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), después de que la sociedad Palacio de Aramil S.L. entrara en concurso de acreedores en 2014.
Consideran que es la mejor solución para el inmueble después de que su incorporación al inventario de Patrimonio Cultural de Asturias como Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento truncara los planes empresariales de sus propietarios, que pretendían desarrollar un interesante proyecto hotelero en el edificio que con esa protección quedó desechado. Llegaron a tener el visto bueno del Ayuntamiento de Siero, con cuyos responsables firmaron un convenio urbanístico, pero, finalmente, las limitaciones que supone su declaración como BIC lo llevó al traste.
Aunque no son todo malas noticias para los propietarios, pues los juzgados les acaban de dar la razón. La magistrada del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Oviedo obliga al Consistorio a devolver los 750.000 euros que los dueños habían entregado en octubre de 2006. El pago fue con motivo del convenio urbanístico suscrito el 27 de julio de 2006, del que ahora la juez declara su resolución por "imposibilidad de su cumplimiento".
El Ayuntamiento autorizaba que el palacio pudiera ser destinado a uso hotelero y equipamiento privado, pues la intención era que el edificio pudiera disponer de 60 camas. Además, permitía la ampliación del inmueble a través del plan urbanístico y la construcción de setenta viviendas en los alrededores.
El equipo de gobierno de Siero estudia si recurrirá el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia. La concejala de Urbanismo, Noelia Macías, teme que el Palacio de Aramil siga los pasos del de Celles, casi en ruina, y acabe perdiéndose parte del patrimonio de Siero y de Asturias.
El Palacio de los Vigil de Quiñones, ubicado en San Esteban de Aramil y construido a finales del siglo XVI, está considerado una de las joyas de la arquitectura civil asturiana de época moderna. Se trata de un palacio articulado en torno a un patio central, con la torre en una esquina, flanqueada por la capilla señorial de San José.
