En el palacio Miranda-Valdecarzana de Grado comenzó el amor entre la literatura y Antonio González Areces, Ton Areces, cuando éste era un sólo un niño. Una relación que dio lugar a una prolífica obra y una pasión por la cultura y las artes que mantuvo hasta su muerte, hace un año. Ahora, el mismo espacio donde las letras y Areces se unieron, sirve para recordar su figura como escritor, maestro, activista político y crítico de arte, en el marco de la décima tercera edición de los Encuentros de Literatura y Artes que desde este año llevarán su nombre como homenaje póstumo, a petición del Foro de Creación y Lectura de la biblioteca municipal "Valentín Andrés" y la concejalía de Cultura.

Unos Encuentros que en esta edición se centran en la figura de Areces como escritor a través de la publicación del poemario inédito "Desde la ventana del café Dindurra", que fue presentado ayer por sus hijos, los escritores Manuel Astur y Estefanía González. "Mi padre era un escritor que no publicaba, siempre dijo que no iba a buscar un editor, pero crió a sus editores y es un privilegio poder seguir hablando con él, aunque la edición ha sido dura", afirmó Manuel Astur.

Un libro que contiene poemas escritos entre 1970 y 1985, que versan sobre temas sociales, y otros más intimistas dedicados a la familia, los amigos, la literatura y el arte, señaló su hija: "Recordar es una forma de amor y es lo que estamos haciendo". La presentación en la capilla de Los Dolores, llena de amigos y familiares, fue más que emocionante y dio cuenta del amor, la amistad y el cariño que Areces repartió durante toda su vida.

Quizá por eso el público recibió como un regalo los poemas que recitó su hija y que hicieron recordar a todos los presentes a Ton Areces. Y si la literatura fue un pilar de la vida del escritor moscón, el arte no se quedaba atrás. Los Encuentros traen consigo también la exposición "Otras transiciones", que reúne a los artistas y amigos que compartieron juventud con Areces. Una muestra pictórica de una calidad impresionante, con pintura y escultura. "Es muy bonito juntar a los amigos de la época, la generación de artistas asturianos más importante, con una unidad en un momento muy importante, una transición artística para cambiar las cosas y que no tuvieran que parecerse a algo para ser arte", destacó Manuel Astur.

Fue el artista, y amigo de Areces, Fernando Alba quien presentó la muestra pictórica, en la que se ha involucrado al ciento por ciento. "Es una exposición de las pocas que se pueden ver de artistas asturianos de primer orden, con gran calidad y muy representativa de cada cual", explicó.

Alba también recordó varias anécdotas de juventud junto a Areces, "el poeta de la voz profunda, que buscaba un sentido profundo de la existencia para llenar de contenido la nada y el todo, que es la vida".

La exposición ha sido cuidada al detalle y es un auténtico lujo por la calidad de las obras expuestas con las que recordar al "gran roble" que fue Antonio G. Areces, "una vela encendida de pensamiento, de quien ahora nos queda su poesía y su pensamiento para que siga habitando en nosotros", aseguró Alba. Grado sigue hablando con Ton Areces.