Langreo / Mieres,

Pablo CASTAÑO

Asturias registró el pasado año 45 nuevos casos de silicosis, pero ninguno de ellos estaba relacionado con trabajadores en activo de la minería del carbón, según los datos que maneja en el Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo. No obstante, el sindicato SOMA-FIA-UGT y la Fundación Infide señalan en un estudio publicado recientemente que la enfermedad sigue «teniendo su importancia», ya que durante los últimos años se registraron en el ámbito de competencia del Instituto Nacional de Silicosis entre 205 y 375 nuevos casos de la enfermedad respiratoria, la mayor parte relacionados con la minería del carbón.

Durante el pasado año se contabilizaron en Asturias 45 nuevos diagnósticos de silicosis, de los cuales 44 correspondían a pensionistas y sólo uno a un trabajador en activo, pero que no era de la minería del carbón, sino operario de una explotación de caolín, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo.

La incidencia de la enfermedad entre los trabajadores en activos de la minería del carbón ha descendido de forma progresiva durante los últimos años, y los expertos achacan esa tendencia a las medidas de seguridad y salud laboral que se están aplicando en los tajos, al descenso de trabajadores mineros por los planes de ajuste del sector del carbón y a la reducción de la vida laboral de los trabajadores, lo que acorta los períodos de exposición prolongada al polvo de las minas.

No obstante, el sindicato SOMA-FIA-UGT y la Fundación Infide advierten en un reciente informe de que la enfermedad aún «tiene su importancia». En el apartado de salud de su estudio «Implantación sectorial y subsectorial del SOMA-FIA-UGT», presentado el pasado mes, el sindicato destaca que desde el año 2000 se están registrando en el área de influencia del Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo entre 205 y 375 casos de silicosis al año. Hay que tener en cuenta que en el Instituto Nacional de Silicosis, ubicado dentro de complejo del Hospital Central de Asturias, se controla la aparición de la enfermedad en Asturias, Castilla-León y Galicia, y de forma parcial en otras comunidades, como Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra, País Vasco o Andalucía. Además, el informe del SOMA-FIA-UGT e Infide destaca que los datos «reflejan la importancia que tiene la enfermedad en el sector carbonero, pero no su exclusividad». Para demostrarlo, el informe desglosa los datos del año 2004, período en el que el Instituto Nacional de Silicosis diagnosticó 264 nuevos casos de la enfermedad respiratoria, de los cuales 231 pacientes eran pensionistas y otros 33, trabajadores en activo. Del total de casos de silicosis 214 estaban vinculados a la minería del carbón, 19 a la minería del granito, 13 a la de la pizarra, cinco a la fundición, cinco a las canteras en general, dos a construcción de túneles, dos a la minería del mercurio, uno al movimiento de tierras, uno a la minería del caolín, uno a la del cobre y en otro caso se desconocía la procedencia. En aquel año se habían detectado en Asturias un total de 77 casos, 22 más de los registrados durante el pasado año.