Con todos los estudios sobre el cambio climático encima de la mesa, los especialistas hacen incidencia en la necesidad de que las estaciones de esquí dirijan la mayor parte de las inversiones a intentar mitigar sus efectos. Así, a su juicio, resulta necesario reforzar los sistemas de innivación artificial para intentar garantizar la actividad en las partes altas de complejos como Valgrande-Pajares, Fuentes de Invierno o San Isidro, puesto que sus áreas más bajas pueden darse prácticamente por perdidas. No hay otra. Los científicos alertan de que el calentamiento global del planeta generará una importante reducción de las precipitaciones de nieve y un retraso en la innivación en las cotas situadas entre los 1.500 y los 2.100 metros de altitud, que son los parámetros en los que se mueven las estaciones de la Cordillera, donde los espesores apenas superarán los 40 centímetros de grosor.

Junto a la potenciación de los sistemas de innivación artificial, los especialistas también defienden modelos de desarrollo basados en la diversificación de la oferta de ocio a través de proyectos como el planteado para San Isidro. Aunque la Diputación Provincial ha dado marcha atrás a sus pretensiones iniciales, el plan original planteaba la construcción de numerosos equipamientos deportivos en el complejo, con el objetivo de avanzar en su desestacionalización turística y de que la afluencia de visitantes no dependa exclusivamente de la apertura de las pistas.

Así, el planteamiento original combinaba la construcción de unas cuatrocientas viviendas y un complejo hotelero de lujo, con un centro comercial, un campo de golf de nueve hoyos y un complejo deportivo dotado de pista de hielo, gimnasio y spa.

Los planes de expansión de Valgrande-Pajares también hacen incidencia en la necesidad de ampliar la oferta de ocio alternativo al esquí. Así, la Dirección General de Deportes del Principado maneja un proyecto para la creación de un picadero de asturcones en las inmediaciones del complejo, con el objetivo de aprovechar el indudable tirón turístico de la raza autóctona, ofreciendo la posibilidad de que los visitantes puedan realizar paseos por la Cordillera a lomos de este tipo de caballos.

Son apuntes para salir de una crisis anunciada. Los expertos reunidos en el congreso mundial celebrado en Andorra han puesto de manifiesto que el sector del esquí en Europa afronta, a partir del calentamiento global, el mayor reto de futuro de toda su historia. Y más si se tiene en cuenta que otros puntos del planeta están iniciando una intensa labor de promoción de sus estaciones como alternativa al negro panorama que se cierne sobre los grandes complejos más tradicionales de Europa y de América. El caso más paradigmático es el del Himalaya, donde el Gobierno indio han puesto en marcha en los últimos años cuatro complejos invernales, con algunas pistas situadas por encima de los 4.000 metros de altura, a salvo del cambio climático.

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