Madrid, Módem Press

FIA-UGT y la Federación Minero Metalúrgica de Comisiones Obreras ya le han puesto «deberes» al nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, que ayer recogió el testigo, en forma de cartera, de su antecesor, el barcelonés Joan Clos. «El nuevo ministro debe dirigir con firmeza su departamento e impulsar el cumplimiento y el desarrollo en su aplicación del Plan del Carbón». En esto coincidían ayer el coordinador de minería de FIA-UGT, Víctor Fernández, y su homónimo de la FM de CC OO, Juan Carlos Álvarez Liébana.

Este último exhortaba además, al nuevo titular de Industria a que «se ponga a trabajar desde ya y tenga la firmeza y la contundencia política necesarias para exigir a todos los firmantes del plan que lo cumplan y, por tanto, que no se produzcan en esta nueva etapa los parones en su desarrollo y los conflictos que hemos sufrido desde que el plan se firmó en marzo del 2007 y que en buena parte se debe a la debilidad del anterior ministro frente a los planteamientos de la patronal en el ámbito sectorial y de alguna comunidad -en alusión al Principado- en la reactivación». Víctor Fernández espera que todo el devenir del nuevo ministro se desarrolle «en diálogo continuo con sindicatos y empresarios».

Por lo demás, la figura del que fuera en la anterior legislatura responsable de la oficina económica del presidente del Gobierno merece para los sindicatos «un margen de confianza», aunque «no se le conozca actuación alguna en el ámbito energético, y más concretamente en el sector del carbón», precisaba Álvarez Liébana, «por lo que hasta ver su manera de enfocar los asuntos tendrá el beneficio de la duda». Para el coordinador estatal de minería de FIA-UGT, «Miguel Sebastián, como todo aquel que llega a una responsabilidad nueva, tiene que tener un margen de confianza para comenzar su andadura y poner en marcha su actuación política».

Zapatero decidió al final mantener el Ministerio de Industria y no diluirlo en direcciones generales dentro de Economía bajo la dirección de Pedro Solbes.

El primer asunto espinoso al que probablemente se enfrente el nuevo Ministro será el de la lista de proyectos de infraestructuras que se financiarán con la partida presupuestaria prevista para el segundo bienio del plan 2008-2009. Los sindicatos y los responsables energéticos del Ministerio no lograron cerrar antes de las elecciones el método de funcionamiento de las mesas regionales por la rotunda negativa del Gobierno asturiano a aceptar que las obras aprobadas lo fueran por consenso. Por ello ahí puede existir una vía de conflicto tal como sucediera con las obras del primer bienio, que el Principado y Madrid llevaron adelante sin el acuerdo con los sindicatos. En este sentido, Juan Carlos Álvarez Liébana insta a Sebastián a cumplir «los acuerdos que en este sentido alcanzamos el 23 de abril del 2007 con el anterior ministro. Esto no es derecho de veto, sino consenso. Que sólo se aprueben las actuaciones que lleguen a Madrid con el acuerdo de todos los integrantes de la mesa regional y, en los casos en los que no haya tal consenso, que se analicen, se estudien y discutamos sobre ellas». Víctor Fernández, por su parte, también abogó por «el consenso para decidir las actuaciones y por dar un impulso a las obras y evitar los retrasos que han existido en los dos primeros años».