Mieres del Camino,

Roberto R. INGIERTO

Lo primero que hizo el director de teatro Andrés Presumido es mostrar las entrañas del auditorio de la Casa de Cultura de Mieres. El taller de tramoyas, los diferentes camerinos, el escenario. Todo aquello que parecía accesorio en un principio te ayuda a conformar la personalidad de Presumido. Poco a poco comprendes que ese paseo por la parte más oculta del teatro te está describiendo su vida, siempre ligada al teatro en las múltiples facetas que ha trabajado.

-Lleva casi 30 años ligado al mundo del teatro, ¿pero cuántos lleva colaborando aquí en Mieres?

-Hace más de nueve años que estoy colaborando aquí. Ya trabajaba con la antigua Casa de Cultura y estoy involucrado de nuevo desde que ésta se inauguró el año pasado.

-Ahora que lo dice, esta nueva Casa de Cultura cumple ya un año, ¿qué ha supuesto para el teatro la construcción de este auditorio?

-Más que decirte lo que supone, te voy a contar lo que espero que consiga ser. Yo quiero que se convierta en un lugar de excelencia para todos los artistas que pasen por aquí. Mi sueño es que llegue un día, en un par de años, en el que las compañías se «peguen» por estrenar aquí. Espero que Mieres alcance el nivel de prestigio de estrenar en Oviedo, Gijón o Avilés.

-Hace poco también que se reinauguró el teatro Vital Aza, el cine Carmen en Moreda y el auditorio de la Casa de Cultura de Mieres. ¿Esto ofrece buenas posibilidades al teatro?

-Claro que sí, pero había que aprovechar y unirse a la cuenca del Nalón para crear un circuito teatral de las Cuencas. Se trataría de crear como una especie de mancomunidad. Esto reforzaría a todos los centros. Además sería una forma de bajar los costes tanto para nosotros como para las compañías. Gracias a esto conseguiríamos que fuese aún más interesante actuar aquí.

-Volvamos ahora a Mieres. Actualmente dirige la función que «Mierescena» interpretará el día de San Juan, ¿le ha ayudado haber sido actor a la hora de dirigir?

-Ayuda mucho porque comprendes mejor a los actores. Eres capaz de ponerte en la situación del otro y eso te beneficia y te facilita la labor de dirección. Realmente te ayuda mucho cuando trabajas con actores amateurs, que es con los que más tengo ocasión de colaborar. Por lo general son gente más pura y puedes probar muchas cosas con ellos. Los actores profesionales ya tienen su técnica y es distinto a la hora de trabajar con ellos.

-¿Hay afición al teatro en Mieres?

-Rotundamente, sí. En el auditorio de la Casa de Cultura tenemos capacidad para trescientas personas y siempre se llena. Es más, en ocasiones coincide que en el salón de Cajastur, que tiene capacidad para quinientos, se representa una obra a la misma hora que aquí y se llenan los dos auditorios.

-¿Cuál es el perfil que tiene la gente que acude al teatro aquí?

-Eso está condicionado por el tipo de espectáculo, pero mayoritariamente el público que viene es mayor. Las obras son a partir de las ocho de la tarde durante la semana y el perfil de la gente que viene lógicamente es de gente de más edad. Sin embargo, tengo que decir que, a mí, me gustaría que los fines de semana hubiera programación de teatro. Gracias a esto alcanzaríamos un espectro más grande de espectadores. Ahora mismo en Mieres se está dando un importante cambio social, se está convirtiendo en un lugar más de tarde en lugar de un Mieres nocturno. Por eso considero que ofrecer programación los fines de semana sería un gran éxito porque atraeríamos a la gran cantidad de gente que no puede acudir durante la semana.

-En San Juan estrena una obra desde la dirección con «Mierescena», ¿cómo va la preparación de «La cocina»?

-Pues con falta de tiempo. Yo creo que siempre que preparas algo de estas características desearías tener un período más largo para prepararlo. Además se trata de una representación complicada ya que trabajamos con muchos actores. Son en total dieciséis actores y ocho niños, que pertenecen a la escuela de canto del Conservatorio de Mieres.

-¿Qué vamos a poder ver en ella?

-Es como hacer el equivalente actual de «El gran teatro del mundo». Contamos a través de lo que pasa en una cocina como va el planeta. Problemas de integración, raciales, las motivaciones de los seres humanos, las ambiciones y los anhelos.

-Y después de «La cocina», ¿qué proyecto tiene en mente Andrés Presumido?

-Estoy a expensas de que la concejalía de Cultura se decida a poner en marcha la escuela de arte dramático. Ahora mismo hacemos sólo un taller y un curso. La escuela significaría coordinar una serie de profesores que trabajarían cada uno las diferentes especialidades. Mi proyecto sería éste, el conseguir que se llegue a un acuerdo para poder sacar adelante la Escuela de Arte Dramático de Mieres.

«Para un director es importante haber sido antes actor, te ayuda a entender a los problemas que surgen en la interpretación»

«Aquí los espectadores que acuden al teatro suelen ser mayores, aunque también condiciona el tipo de espectáculo que se ofrezca»