Ésta es la respuesta al artículo de Constantino Menéndez Sánchez «Otra visión del documental "Resistencia de Duro Felguera"».

El titular del artículo de Constantino para nada guarda relación con el artículo que escribió a continuación, en absoluto es una opinión o visión sobre lo que él llama documental «Resistencia»; como es fácil de comprobar, la inmensa mayoría del artículo es para verter descalificaciones y falsas insidias sobre mí.

En los artículos de opinión que he escrito sobre esta película en nombre de una parte del Colectivo de Despedidos Duro Felguera, el grupo que continúa en la asamblea, y el mío propio, no he nombrado a compañero alguno, puesto que lo que se analizaba y denunciaba era el incumplimiento, por parte de Lucinda Torre, del acuerdo alcanzado con ésta, la tendenciosa manipulación que la misma ha hecho de la historia de nuestro conflicto, así como de su uso para la trepa personal y el negocio.

Pero Constantino lejos de dar su legítima opinión sobre el asunto planteado, se ha dado por aludido y ha respondido de manera personalizada, cargado de resentimiento e ira. Todo personal y nada sobre el fondo del asunto, sólo algún tibio dato erróneo que aclararé en fechas y documentos. Sólo responderé mínimamente a alguna de las cuestiones personales que plantea.

Pretende, y no caeré en ello, desviar la atención del debate de fondo, y la razón no es otra que impedir que se sepa toda la verdad sobre el engaño de Lucinda Torre y las claves de un conflicto histórico, por muchos motivos, y que interesa manipular fundamentalmente por razones político-sindicales e históricas.

La docena de aspectos clave y fundamentales que faltan o figuran adulterados está reconocida por todo el colectivo, incluido Constantino, en asamblea. Ante todos se plantearon alternativas, como se había convenido, que no fueron admitidas; se nos niega el diálogo. Es entonces cuando exigimos nuestro derecho de imagen, es decir, no queremos figurar en una película que adultera y manipula nuestra historia. Desde ese momento, Constantino y un grupo de compañeros abandonan la asamblea, por tanto quien la abandona no puede pretender imponer su deseo a la misma.

Para el año 2002, año en que otro compañero y yo atendemos a Lucinda Torre y alcanzamos el acuerdo con ella, Constantino, como en otros períodos de descanso durante el conflicto, ya se había desplazado a Valencia para vivir allí con su familia. Quedaban aún tres compañeros pendientes de resolver su situación, especialmente dramática, puesto que ni obtenían la pensión del tribunal médico, ni pasaban reconocimiento alguno para poder trabajar. Sabido es por la asamblea lo que pasé personalmente durante tres años con esta situación y como tuve que contraponer, incluso, mi situación personal hasta el final. Nunca me preguntes dónde estaba, pregúntaselo a la asamblea, desde el principio hasta el final y siempre para mí no hubo tregua ni descanso.

Categóricamente, le insisto a Constantino que el expediente para despedir a los 232 trabajadores nace con la fraudulenta propuesta de la consejera Paz Fernández Felgueroso, Eurometals año 90, donde los sindicatos CC OO y UGT firmaron la aceptación de un excedente con el fin de vender los talleres, así consta en el documento.

Tras ello, el 2/01/91, Duro Felguera presenta el expediente de extinción de contratos para los Talleres de Barros, proceso paralelo a la filialización de la empresa, por entonces Felguera Melt, que había aceptado la filialización, disfrutaba de paz social y se prometía un futuro muy esperanzador; no queríais saber nada del comité intercentros, ni de expediente alguno. Solos, desde los Talleres de Barros, luchamos contra el expediente y la filialización, hasta que, curiosamente, a los servicios jurídicos de CC OO se les olvidó un trámite y quedamos fuera de plazo; UGT, directamente, ni inició dicha lucha.

Filializados por la espalda, seguimos solos luchando contra el expediente, que, al ser denegado, tras muchas circunstancias rocambolescas, en Oviedo el 4/10/91, fue presentado de inmediato por Duro Felguera en Madrid. Por entonces ya la inversión, también fraudulenta, de Felguera Melt comenzaba a hacer aguas y vosotros despertabais del dulce sueño; unos meses después, 10/02/92, asististeis muy preocupados ya a la salida de nuestro primer encierro de la torre de la Catedral de Oviedo; los expedientes de extinción de las dos factorías coincidirían al fin.

Este capítulo sirve también para explicar mi relación con José Luis Fanjul Sión, Sionín, al que sustituí en el comité de empresa de Barros tras haberse prejubilado éste. Manteníamos una muy estrecha colaboración, tan es así que nada más tener conocimiento de lo de Eurometals y parecerme un fraude, se lo comuniqué. Él se encargó de buscar contactos en la prensa para denunciarlo con buena difusión, de esto hay algún periodista que puede dar fe. Además de figurar en múltiples grabaciones, hasta de vídeo, mi consideración hacia él, incluso hasta en la tendenciosa película, se puede ver y escuchar.

Respecto a lo de Morala, sólo decirle a Constantino que se lea el artículo por mí escrito titulado «Con Cándido y Morala, contra la represión y por las libertades» y publicado en LA NUEVA ESPAÑA de Gijón el 21/11/06. Hoy, ahora de nuevo, tendremos que salir a la calle por y con ellos, esperamos que tengas un hueco en tu tiempo para venir, como lo has tenido en varias ocasiones para ir por España en tu apoyo a Lucinda Torre y «Resistencia».

Como Constantino no formaba parte de la representación, por estar viviendo ya fuera de Asturias, que acordó un documental con Lucinda Torre, parece no saber algunas cosas. No dudo que se haya podido convertir en un experto crítico de documentales y distribución, pero nosotros le dijimos a Lucinda Torre qué tipo de documental queríamos y lo aceptó, luego se podía hacer, pero no lo cumplió. Queríamos tener la última palabra sobre el producto final y lo aceptó, pero tampoco lo cumplió y lo vendió a nuestras espaldas. Y respecto a que llegase a la calle con gran difusión, también lo aceptó y también lo incumplió. Además, le diré a Constantino que en un correo electrónico que me envía Lucinda Torre a mí, ya en julio de 2006, como otros muchos anteriores, y que guardo debidamente copiados, me dice «...estamos buscando distribuidores incluso en Francia y Alemania, haremos para ello copia subtitulada en inglés. Lo pasaremos incluso a vídeo de calidad, con el sistema Betacam digital...», hasta en cintas de vídeo lo planteaba la propia Lucinda Torre. La gran difusión era algo acordado, por tanto se ha de cumplir también. ¿Qué nos quiere decir ahora Constantino, qué pretende? Ese olor del que habla, que se fije bien de dónde proviene.

Lucinda Torre lo incumplió todo, manipuló tendenciosamente nuestra historia, ninguneó aspectos clave y, a cambio, nos coló en la película una entrevista con Trevín, sin que la conociésemos y sin opción alguna a poder rebatir sus clamorosas falsedades. Precisamente, la persona que ordenó a miles de antidisturbios que nos patearan bien, para obligarnos a aceptar los despidos, incluso violando derechos fundamentales, como después dijo el Tribunal Constitucional. Algunos tuvimos que pasar por el hospital. ¿De qué nos habla ahora Constantino?

Exigimos que se retire nuestra imagen de la película, y en tanto y cuanto no se haga, queremos debatir con la película y sobre la película para explicar la manipulación interesada que es, es nuestro derecho, una parte importante de nuestras vidas y, además, sin que la hubiésemos podido elegir, como para que ahora nos la roben. Al principio nos dejaron entrar en las salas de cine al final de la proyección para debatir, en distintos lugares de España, pero cuando han visto la reacción de los espectadores nos lo han impedido. ¿Por qué no asumen y admiten este debate?

Una última anécdota sobre la forma tendenciosa en que Lucinda Torre trata los asuntos en «Resistencia». Al final de la película pone una serie de imágenes respecto a qué nos dedicábamos pasado el conflicto algunos de sus dirigentes. A mí me pone como dirigiendo deportistas, actividad hecha de forma absolutamente desinteresada, y así se lo advertí, pero nada se dice y tal parece que lo hacía a nivel profesional. De Constantino no aparece nada. ¿Por qué no filmó en Valencia, cuando estuvo, el nuevo puesto de trabajo, sí remunerado, de Constantino? Los dos estamos pensionados.

Constantino y una serie de compañeros han abandonado la asamblea; quienes continuaron no han decidido nada sobre el portavoz y no pienso dimitir.