Langreo / Mieres,

M. Á. G. / D. M.

La actual crisis económica está dejando en las Cuencas una estela de regulaciones de empleo que, en algunos casos, han salpicado a varias de las compañías más representativas del territorio, que han recibido ayudas públicas. El balance numérico es ya significativo. Alrededor de un millar de trabajadores se ha visto, en mayor o menor medida, afectado por este tipo de planes.

En la comarca del Nalón, medio millar de personas (unas 510 en concreto) se ha visto afectado por expedientes de regulación de empleo (ERE) de carácter temporal que ya se han firmado o que se encuentran en fase de negociación. El ERE que implica a un mayor número de operarios es el decretado por la empresa Alas Aluminium, asentada en la antigua escombrera del pozo María Luisa, en Ciaño, y que ha sido planificado para 255 de los 273 trabajadores de la factoría. La Consejería de Trabajo aprobó a mediados del pasado mes un expediente regulador que fue rechazado por la plantilla y que excluye a los mayores de 55 años. Según los términos planteados por la empresa, la fábrica parará todos los viernes y dos lunes de cada mes, a no ser que se superen los niveles de producción marcados en el documento. Además, los trabajadores regulados percibirán un complemento salarial del 10 por ciento que se sumará al 70 por ciento de la nómina aportado por la Seguridad Social. Por su parte, otra empresa emblemática como Felguera-Melt se encuentra negociando un ERE rotatorio con los representantes sindicales de la compañía que, en principio, afectaría a 82 de los 130 empleados de la plantilla, que durante dos años trabajarían un mes y estarían inactivos los dos siguientes. Precisamente, una de las firmas que suministran piezas a Felguera-Melt o a grandes grupos como Arcelor-Mittal también se ha visto obligada a regular a sus 16 trabajadores como consecuencia de la bajada de pedidos. Se trata de la sociedad Vulcano, asentada en el polígono langreano de Meriñán, que ha regulado de empleo a sus trabajadores durante los próximos tres meses. Por el contrario, Vesuvius, que pactó un ERE para 75 empleados, ha congelado provisionalmente el expediente por el repunte de actividad. Además, unos 90 trabajadores de Venturo y Perfiles Llaneza también han sufrido regulaciones.

En el Caudal, la curva de mayor inestabilidad laboral, de momento, ya ha pasado. Rioglass Astur incorporó en agosto a los 120 trabajadores que en marzo se vieron afectados por el expediente de regulación de empleo que promovió la empresa para hacer frente al descenso de actividad comercial, y que en un principio estaba previsto que se prolongara hasta finales de año. El repunte que está experimentando el sector del automóvil ha dado oxígeno a la planta de Sovilla, que produce lunas para vehículos. Mieres Tubos, la antigua Perfrisa, también parece mantener sus niveles de actividad pese a tener firmado desde hace meses un ERE que afecta, de manera rotatoria, a sus 105 trabajadores. Aluprinsa (34 trabajadores), Kerkus Metal (45), Astersa (23) y Diasa también han pasado o están atravesando dificultades. De hecho, la plantilla de Diasa, unas setenta personas, acaba de aceptar un nuevo expediente de regulación de empleo en la planta farmacéutica de Turón, que lleva sin actividad desde el pasado mes de mayo. En total, el recuento de regulados ya en el Caudal se sitúa en la barrera de los 400.