El Entrego, L. M. D.

La Sidrería El Zamorano, de El Entrego, ganó con su pincho «cebolla ibérica» el certamen «Samartín del pinchu», que se celebró el pasado fin de semana en el concejo y en el que participaron 22 establecimientos. La asociación de Empresarios y Comerciantes de San Martín del Rey Aurelio, Ecosam, destacó además el «éxito» de la convocatoria, que ayudó a la venta de 10.467 unidades de los pinchos participantes. Esto supone un 75% más que en la primera edición, celebrada hace apenas un año, cuando participaron en el certamen 16 establecimientos.

El presidente de Ecosam, Roberto García, entregó ayer a los propietarios de El Zamorano, Fernando Cofiño y Beatriz Esteban, el diploma que los acredita como ganadores del certamen. En «Samartín del pinchu» son los consumidores los que eligen la creación ganadora. Para participar en la votación era necesario tener la papeleta y cuñarla comiendo los pinchos de al menos cuatro de los establecimientos participantes. De los 605 votos emitidos, 81 fueron a parar al ganador, a la «cebolla ibérica». El segundo clasificado fue El Secañu, de Blimea, con sus «bombones de mar» y el tercero la Sidrería La Conda, de El Entrego. De entre todos los votos, además, se eligió uno, el de la blimeína Luisa María González, a quien le tocaron 100 euros.

Tanto Fernando Cofiño como Beatriz Esteban destacaron que el certamen ayudó a que, a lo largo de todo el fin de semana hubiese «mucho ambiente» en el concejo. Cofiño, además, subrayó que «nos dijeron que ya era la hora que, siendo de El Entrego, alguien cogiese la cebolla rellena (protagonista de sus jornadas gastronómicas) como base para el pincho».

Esteban reveló el secreto por el cual las «cebollas ibéricas» lograron el apoyo de los comensales. Sus diferencias respecto a las cebollas rellenas empiezan por su contenido: «usamos carrillera de cerdo ibérico, cocinada con cebolla, vino blanco, ajo, perejil y pimiento, a fuego muy lento». Una vez la carne está fría, se mezcla «con huevo y pimiento rojo», lo que sirve para «rellenar las cebollas, que se pochan a fuego lento, durante mucho tiempo», para que de esta forma queden «jugosas, ricas y de color oscuro».

Desde Ecosam se destacó el incremento en la participación, tanto de establecimientos como, sobre todo, de clientes, animados por factores «como el buen tiempo, la posibilidad de votar y la cierta popularidad que está alcanzando el certamen», todo ello «a pesar de la crisis». «No esperábamos», indicó Roberto García, que «se vendiesen más de diez mil pinchos. Hubo mucho ambiente, y eso es lo más importante».