Mieres / Langreo, C. M. B.

Las prejubilaciones sostienen la casa. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) registró durante 2012 el inicio de la tramitación de diez desahucios en las comarcas mineras. Se trata de una cifra aproximada, ya que el organismo no maneja datos oficiales, pero tan solo supone un pequeño porcentaje del total de casos conocidos en la región. Los responsables de la PAH aseguran que, en muchos casos, las prejubilaciones y jubilaciones de la minería sostienen las hipotecas de los propietarios y alertan de que los recortes en el sector pueden afectar a muchas familias.

Son diez casos. Pero detrás de esta cifra hay diez familias que pueden ver su vida quebrada. Según los datos de la PAH, en el Caudal se están tramitando dos desahucios en Pola de Lena, dos en Mieres y otro en Morcín. En el valle del Nalón, hay tres casos en El Entrego y dos en Langreo. Miguel Ángel García, miembro de la plataforma, explica que cuatro de estos casos corresponden a miembros activos, es decir, personas que «están trabajando con la PAH para frenar el desahucio».

Conseguir parar la tramitación es difícil, pero no imposible. La Plataforma ayuda, pero los principales implicados son los propietarios de las viviendas. «La voluntad y el trabajo de los que acuden a nosotros es fundamental, aunque nosotros apoyamos todo lo que sea necesario», destacó García. Hay casos excepcionales en los que la PAH se hace cargo de todo el proceso, por ejemplo cuando la persona afectada está impedida por su edad o su estado de salud.

La Plataforma ya ha comenzado a sentir los efectos de los recortes en la actividad minera. «Uno de los casos está relacionado con los recortes en las minas, porque el afectado es un ex trabajador de una subcontrata de Hunosa», señaló García. Los miembros del colectivo temen que la situación vaya a peor y la relativa tranquilidad de las Cuencas se termine: «Anuncian el fin de la actividad, también recortes en las prejubilaciones, y seguro que repercutirá en las hipotecas».

La situación está muy difícil, pero la PAH sigue sumando logros. Precisamente en Cabañaquinta, en el concejo de Aller, la plataforma consiguió negociar la dación en pago y un alquiler para la propietaria de una vivienda que salió a subasta. «No siempre es tan fácil, pero los afectados tienen que saber que van a trabajar mucho para lograr su objetivo», subraya el miembro de la PAH.

La crisis económica sigue haciendo estragos y la plataforma acumula trabajo. El colectivo está abierto a la recepción de nuevos colaboradores y también a prestar ayuda a todos los que la necesiten. La mejor forma de contactar con la entidad es a través de su email (pahasturias@gmail.com).

Nadie se escapa. La sombra de un desahucio está siempre presente, y mucho más cuando el trabajo escasea y los ingresos caen en picado. Desde la plataforma, además de apoyo legal y de presión social, también tienden la mano para prestar ayuda psicológica a los afectados: «En muchos casos, la sensación de fracaso por el riesgo de perder la casa es tan grande que llega a paralizar», señaló García.

Pero hay esperanza. El mes pasado, se paralizó un desahucio en Mieres y la PAH acumula logros por toda la región y en el resto del país. Su fórmula es la perseverancia, la tramitación, el diálogo y las negociaciones con los bancos, administraciones y todos los agentes implicados. Las protestas y la presión social también ayudan. No hacen milagros, aunque los abogados no saben explicar algunos resultados: «Nos dicen que no tenemos varita, pero que a veces hacemos magia».