Rioseco,

Pablo CASTAÑO

La población de urogallo ha caído en picado en las tres últimas décadas, lo que ha llevado al Ministerio de Agricultura y a las comunidades autónomas de la Cordillera Cantábrica a la puesta en marcha de un plan de cría en cautividad en el parque natural de Redes que tiene como uno de sus principales objetivos la futura suelta de ejemplares para repoblar zonas favorables para la especie. En el centro de cría de Sobrescobio viven más de una docena de urogallos y en paralelo los responsables del programa de recuperación de la especie ya preparan el protocolo para las sueltas y las medidas de apoyo para garantizar la reintroducción en el hábitat natural. Entre estas últimas destacan las acciones para controlar a los depredadores de urogallos e incluso se ha elaborado un informe técnico con las pautas para reducir su densidad si fuera necesario. Se plantean batidas con perro para el jabalí, cazas nocturnas disparando desde vehículos para el zorro y colocación de jaulas trampa para la marta y la garduña.

El «Documento técnico que establece las principales acciones a desarrollar para determinar la situación de los depredadores y su influencia sobre la población de urogallo (Tetrao urogallus cantabricus)» ha sido realizado por la unión temporal de empresas formada por Ingeniería y Gestión del Medio, Consultores Ambientales y Centro de Estudios Territoriales y Medioambientales. El trabajo ha sido revisado por los comités de gestión y científico del proyecto «LIFE+ Urogallo Cantábrico», que está coordinado por la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Agricultura, y en él participan las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria y Castilla y León.

El informe técnico establece las principales acciones a desarrollar para determinar la situación de las poblaciones de depredadores de mayor incidencia sobre el urogallo cantábrico (zorro, marta, garduña, gato montés, jabalí, azor, gavilán, corneja, cuervo y arrendajo) y su influencia sobre el ave en peligro de extinción. Además, establece unas directrices aplicables en los casos en los que fuese necesario reducir la densidad de depredadores en áreas puntuales de la cordillera Cantábrica. En concreto, el informe señala que los controles de las poblaciones de depredadores generalistas pueden suponer una importante media de apoyo a la reintroducción de ejemplares procedentes del centro de cría y reserva genética de Sobrescobio, en el parque natural de Redes, ya que permitiría reducir la mortalidad durante las primeras semanas posteriores a las sueltas de nuevos ejemplares, momento en el que las aves se encuentran en un periodo de adaptación a su nuevo medio y son más vulnerables.

Los expertos han planificado controles de la depredación previos a la suelta de ejemplares de urogallo criados en cautividad y durante la suelta en las zonas que determine el programa de reforzamiento de la especie. La Administración responsable de la gestión, principalmente la comunidad autónoma, establecerá las especies objeto de control en su territorio. Las técnicas que plantea el informe para reducir las poblaciones son:

l Batidas de caza. Para reducir la abundancia de jabalí en las zonas con presencia de urogallo el estudio contempla la realización de batidas de caza. En ellas, los monteros, con ayuda de perros de rastro, buscan y persiguen a los jabalíes para conducirlos hacia los tiradores, previamente ubicados en lugares estratégicos de la zona a cazar. La eficacia de la batida depende del conocimiento del terreno y experiencia de las cuadrillas de cazadores y su selectividad está condicionada principalmente por la responsabilidad de los tiradores implicados.

l Caza nocturna con foco. Para el control poblacional del zorro, el informe prevé la caza nocturna con foco, también denominada lamping. Este método se basa en la realización de itinerarios nocturnos en vehículos provistos de focos de alta potencia y utilizando armas adecuadas a la especie a controlar. Los expertos señalan que presenta una alta selectividad, ya que el tirador debe disponer de una visión clara del objetivo antes del disparo.

l Caja-trampa. Como método de control para la marta y la garduña y también con técnica secundaria para el zorro. Se trata de una trampa que funciona por captura del animal al quedar atrapado en su interior. Presentan la ventaja de capturar vivos a los animales sin producirles lesiones, lo que permite la liberación controlada de las especies objeto de control. «Esto es importante ya que se trata de un tipo de trampa con bajo nivel de selectividad», destacan los autores del documento técnico.

l Jaulas tipo Larsen. Para el control de la corneja. Son trampas de captura múltiple que requieren del uso de señuelos vivos y que tienen una selectividad y una eficacia altas.

Estos controles, con sus correspondientes medidas de seguimiento, son considerados como apoyos para la reintroducción en su hábitat de los ejemplares del centro de cría en cautividad de Redes, no obstante, los autores del informe técnico destacan que «en todos los documentos de planificación para la conservación de la especie se incide en que las medidas de reducción de la depredación deben ejecutarse conjuntamente con el resto de las medidas de conservación contenidas en estos instrumentos de planificación, principalmente centradas en la conservación y mejora del hábitat, reducción de la mortalidad (control del furtivismo, eliminación de cercados y tendidos eléctricos) y reducción de las molestias de origen antrópico (tránsito de vehículos, esquí de travesía, actividad cinegética y actividades turísticas)». Sin todas esas medidas, los controles de depredadores serían tiros al aire en la lucha por evitar la extinción del urogallo cantábrico.