El SOMA-FITAG-UGT no organizará este año la fiesta minera de Rodiezmo. La central ha decidido suspender este encuentro, que desde 1979 se venía celebrando ininterrumpidamente, debido a la «difícil situación económica y al complicado momento por el que atraviesa el sector del carbón». La decisión pone también de manifiesto la delicada estabilidad interna del propio sindicato, que lleva desde mayo en manos de una gestora.

La fiesta socialista de Rodiezmo, que se celebra siempre el primer domingo de septiembre, es mucho más que un encuentro de confraternización entre los mineros de León y Asturias. Este objetivo inicial ha dado paso con el tiempo a un evento de enorme trascendencia política y sindical, chequeando los ritmos cardiacos del PSOE, escenificando tanto sus momentos de ascenso como de declive. Este año no habrá celebración. La gestora que está al frente del SOMA-FITAG-UGT así lo confirmó ayer a LA NUEVA ESPAÑA. «La situación económica en general y de la minería en particular hace que no estamos para fiestas», explicaron los portavoces de la cúpula del sindicato.

El SOMA-FITAG-UGT no descarta organizar algún tipo de acto simbólico el próximo 1 de septiembre. Ahora bien, sus responsables remarcaron ayer que no habrá fiesta. La intención de la central es poder recuperar el evento en 2014. Y es que la gestora reconoce que la complicada situación interna del sindicato también ha pesado a la hora de tomar al decisión de aparcar el encuentro de Rodiezmo: «El sindicato no está ahora para grandes gastos», explicaron. Y añadieron: «Esperamos que el año que viene, con más tiempo, se pueda retomar esta celebración con total normalidad».

La fiesta de Rodiezmo, de haberse celebrado este año, se hubiera organizado apenas tres semanas antes de que el SOMA-FITAG-UGT se enfrente a una asamblea que debe marcar el futuro de la organización. El 20 de septiembre el sindicato deberá reunir a sus representantes para elegir a un secretario general. La cita entronca con el fallido congreso del mes de mayo, cuando las bases, tras la dimisión de José Ángel Fernández Villa, dieron la espalda a un proyecto continuista encabezado por Concepción Alonso. El fracasado proceso de sucesión dentro del SOMA ha evidenciado el latente malestar que se percibía en el seno de la organización tras la infructuosa huelga minera del pasado año. El desenlace del cónclave de mayo ha dejado un vacío de poder dentro del sindicato a través del que se percibe una evidente fractura interna.

En estas circunstancias, el clima que envolvería a la siempre agitada fiesta de Rodiezmo era difícil de predecir. La incógnita finalmente no se despejará. El SOMA ha decidido dar una descanso a la celebración que durante más de tres décadas ha marcado el inicio del ciclo político en Asturias. En algunas ediciones se han llegado a reunir en la amplia pradera de La Tercia, junto al pinar de Rodiezmo, más de 35.000 personas. José Ángel Fernández Villa ya no acudió el pasado año. En 2011 la polémica se generó en torno a la ausencia del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero.