La Carisa aún guarda sorpresas. Los arqueólogos que se encargaron de la primera campaña de excavaciones en el enclave acaban de revelar que hallaron pruebas que evidencian una serie de actividades mineras que se realizaron en el siglo I después de Cristo, durante la ocupación romana. El descubrimiento se produjo cuando los expertos trabajaban en el entorno de las fortificaciones astur-visigodas del Homón de Faro.

Las huellas de la actividad minera se encontraron en la retaguardia de las murallas astur-visigodas, pero las pruebas de carbono 14 aseguran que los hallazgos no son contemporáneos. Este descubrimiento es una prueba más que evidencia la importancia de la vía Carisa, y los enclaves que la rodean, y la necesidad de seguir investigando en la zona para arrojar luz sobre la historia de Asturias.

El arqueólogo Jorge Camino, responsable de los trabajos, explicó que el equipo de expertos llegó hasta los restos de la explotación minera con una referencia errónea. «Buscábamos un foso que aparecía reflejado en las investigaciones realizadas en el siglo XIX por Elías García-Tuñón y Quirós», señaló Camino.

Los arqueólogos dieron con aquel foso, que resultó ser «más bien una trinchera», y descubrieron que había otras dos construcciones similares en el entorno. «Eran tres trincheras, pero no nos parecían defensivas y decidimos seguir trabajando en la zona», explicó el experto. Comenzó entonces una ardua labor de topografía y desbroces que sacó a la luz una verdad asombrosa: las trincheras eran cavidades de gran envergadura. La que estaba en el centro era la más grande, con quince metros de profundidad y veinte metros de ancho.

Los restos de la labor minera en la zona quedaron claros con el hallazgo, pero los expertos no saben cuál fue el alcance real de los trabajos: «Suponemos que eran prospecciones en busca de oro, sabemos que se retiraron miles de metros cúbicos de tierra, pero llegar a investigar la labor exacta que se realizó en la zona sería una tarea dura y muy costosa», señaló Camino. Lo que si consiguieron, a través del análisis de «una brizna» de carbón, fue datar el yacimiento. Según el arqueólogo, «con las pruebas de Carbono 14 confirmamos que se trataba de un nuevo hallazgo que nos da datos sobre el paso y el asentamiento de los romanos por Asturias».

La relación de esta actividad minera con el campamento de Curriel.los se ha descartado. Los arqueólogos encontraron una serie de barracones en la construcción militar, pero parecen anteriores a los yacimientos: «Son de los años de la conquista. Sería muy temprano para que estuvieran ya buscando oro».

Jorge Camino hizo públicos estos hallazgos el pasado miércoles, durante la charla que ofreció sobre el Homón de Faro en el ciclo de conferencias que organizan los vecinos de Carabanzo. El programa sirve como preámbulo del Festival Astur-Romano de la Carisa, que se celebrará a partir del próximo día 15 en la localidad lenense.

El pasado del enclave ha quedado claro con las conferencias que ofrecieron los expertos Esperanza Martín, Francisco Jiménez Moyano y Jorge Camino. Hoy será el turno del futuro que puede tener la Carisa. El profesor de Economía de la Universidad de Oviedo, José Alba, ofrecerá una charla sobre las posibilidades económicas que ofrece el enclave. Comenzará a las ocho de la tarde y después habrá una mesa redonda.