Tuilla cerró ayer sus fiestas de la Virgen del Amparo con una jira que recuperó la tradición de merendar en el prau y que tuvo como aliado al sol que lució durante toda la tarde. Sin embargo algunos romeros prefirieron quedarse en el bar de la cancha deportiva «David Villa», como en años anteriores, cuando el tiempo no colaboraba.

Entre las peñas que llenaron de color el prau destacaba la peña «Mustadiella» con el eslogan impreso en sus camisetas: «No somos los 40 pero somos los principales». Esta peña de amigos «es la más antigua de las fiestas», aseguraba Alberto Fernández. Otro de sus miembros, Cristina Rodríguez, destacaron que «venimos a beber sidra, comer, mojarnos y disfrutar».

También asistió a esta jira la peña «El Calluco», en la que se encontraban miembros de la comisión de las fiestas. En ella se han incorporado jóvenes que intentan reavivar las fiestas. «Estamos intentando que se retome la tradición de la jira en el prau. Otros años como llovía la gente no se animaba a subir y se quedaban todos en el bar de la cancha», afirmó la joven Cristina Palacio, vicepresidenta de festejos de Tuilla.

Entre los miembros de la peña «El Calluco», que lucían vistosas camisetas rojas, destacaba Diego López, que la noche anterior había ganado el concurso de travestismo de las fiestas de Tuilla. «Me apunté de cachondeo, sobre la marcha. Me dejó la ropa una amiga y me pintaron. Mi nombre artístico era Ágata», afirmaba entre risas. Diego López también fue el «ingeniero» que diseñó el tobogán de barro por el que se deslizaron numerosos romeros con agua y jabón durante toda la tarde. «Es muy divertido, aunque te metes muchas leches», confesaba Rocío Cueto. También en la peña «El Calluco» se encontraba el rey de las fiestas de Tuilla, Asier Areces, que aseguró «estar muy contento de ser el rey, ya que me hacía mucha ilusión».

En esta jira tampoco faltaron peñas familiares como la encabezada por Rosa Vidal. «Aquí comemos como marranos y olvidamos la dieta», afirmaba ante las empanadas y los bollos preñados.

Otros a pesar del buen tiempo decidieron quedarse de jira en la cancha «David Villa» como otros años en los que llovía. Ellos no participaron en la reconquista del prau para despedir las fiestas de la Virgen del Amparo de Tuilla.