El proyecto para convertir las minas de cobre de Texeo, en Riosa, en un referente turístico vuelve a retomarse. Ante la falta de financiación de los fondos mineros y del Gobierno regional, el alcalde de Riosa, José Antonio Muñiz, ha decidido llamará a una nueva puerta, el programa de desarrollo «Leader» de la Montaña Central. Por ello, solicitará en las próximas semanas una subvención de 150.000 euros para abordar una nueva fase de la puesta en valor del enclave del Aramo que incluirá la construcción de un mirador y la rehabilitación de una de las bocaminas para que pueda ser visitada por los turistas.

Hasta la fecha, ya se han desarrollado dos de las fases del proyecto. La primera, que finalizó en el verano de 2010, precisó de una inversión de más de 700.000 euros, y en ella se procedió al desbroce de todo el perímetro del poblado minero de Rioseco, así como la recuperación de cuatro de los cinco pabellones y la chimenea. También esta fase incluyó el cierre de algunas bocaminas peligrosas. Unos meses más tarde, y gracias a un convenio con la Fundación Comarcas Mineras (Fucomi), se abordó un nueva fase de la iniciativa, en la que los trabajadores de los talleres de la Fundación prepararon dos de los inmuebles para utilizarlos como alojamientos rurales, con cocina americana en la planta baja y dos habitaciones y baño en la superior en cada una de las casas.

Desde entonces, el Ayuntamiento de Riosa se ha valido de convenios con la propia Fucomi para poder mantener y conservar el poblado minero tras su recuperación. A través de talleres, los trabajadores de la Fundación son los encargados del desbroce y la limpieza del poblado que nació al calor de unas minas cuyo origen, según los análisis de los restos hallados en la zona, se sitúa en el 2.500 antes de Cristo.

José Antonio Muñiz destacó que «junto al Angliru, las minas de cobre de Texeo han de ser la punta de lanza del futuro turístico del concejo, y por lo tanto, un motor económico del mismo». Por ello, indicó el regidor, «somos conscientes de la crisis, pero entendemos que es necesario ir dando pequeños pasos para poder culminar esta gran obra y por eso vamos a acudir al programa Leader para obtener la financiación que nos permita dar un paso más», puntualizó.

Y para cuando vuelvan los tiempos de bonanza, la guinda del pastel: la última fase del proyecto consistiría en la recuperación del cable aéreo para desplazarse desde el poblado hasta la explotación minera.