El colegio Santiago Apóstol de Mieres ha cerrado un aula de sexto de Primaria después de que se derrumbara el falso techo. El desprendimiento no afectó a ninguna persona, ya que el inmueble se encontraba vacío, pero los padres quieren encontrar al responsable para que la reforma comience cuanto antes. Según los primeros informes técnicos, el derrumbamiento podría estar relacionado con unas obras para cambiar las ventanas, que encargó la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Principado.

Los responsables del Gobierno regional evitaron ayer mostrar el interior del inmueble y hay dos versiones sobre lo ocurrido. La primera, ofrecida por fuentes del centro, es que los técnicos del Principado ya están trabajando en un proyecto para reformar el edificio. Además, según las mismas fuentes, los alumnos han sido recolocados en distintas aulas, porque Educación no considera que exista ningún riesgo para los alumnos si no entran en la clase afectada.

La versión de las familias es muy distinta. Los portavoces de los padres de alumnos consideran que los daños en el centro no se limitan a la clase afectada y piden que se cierre una parte del edificio hasta que se acometa la obra de reforma. Temen que la posición de Educación sea sólo "una tapadera para aparentar normalidad" y alargar el plazo para la ejecución de las obras en el colegio.

Hace falta una reforma "en profundidad y con urgencia", según han asegurado. Entre otras cuestiones, destacan que los lavabos también están en mal estado y que han aparecido boquetes y grietas en el techo y en el suelo de otras zonas del centro educativo. El Ayuntamiento también ha tomado cartas en el asunto y está elaborando un informe técnico sobre los desperfectos del colegio. Fuentes municipales señalaron ayer que la responsabilidad es íntegramente del Principado: "Ellos estaban acometiendo la obra que, casi con total seguridad, causó este daño".