Los sindicatos mineros acusaron ayer a la dirección de la empresa Hunosa de hacer "chantaje" a los trabajadores, y advirtieron de que la negociación del nuevo plan de empresa "se pone en peligro" si la compañía "sigue ligando" la creación de una nueva división que permitiría eliminar 197 con "las rebajas salariales". Unos descensos, los propuestos por la dirección, que según afirman las centrales carboneras podrían alcanzar "el 40% en algunos casos".

Hunosa y los sindicatos mineros SOMA-FITAG-UGT y CC OO de Industria llevan 5 días consecutivos de reuniones "intensas", en los que se ha avanzado en algunos puntos, mientras que en otros, las posturas están enfrentadas, como es el caso del convenio colectivo. Las centrales calificaron la propuesta de Hunosa de "salvaje" en el conjunto de los trabajadores, "que en algunos casos puede rozar el 40%" al desaparecer varios complementos salariales. Para los sindicatos, es "una aberración la sola idea de presentar en una mesa de negociación estos recortes cuando estamos hablando del futuro de la empresa y de la estabilidad de 1.700 familias". Sobre las reivindicaciones de Hunosa de estos días, en las que la compañía estatal reclamaba a los sindicatos flexibilidad en la negociación, las centrales contestaron que "la dirección trata de confundir a los trabajadores y a los ciudadanos" de las Cuencas. "Lo que no se puede pretender es sacar ventaja en la negociación, planteando una serie de condicionantes cercanos a la provocación". José Luis Fernández Roces, secretario de Organización del SOMA, indicó que prácticamente se trata de un "chantaje" que la empresa vincule la retirada de los despidos a las rebajas salariales "en el convenio colectivo". Jaime Martínez Caliero, responsable de Minería de CC OO de Industria en Asturias, instó a la dirección a no "alentar la confusión", y reclamó que la empresa presente financiación para poder desarrollar la nueva división denominada Hunosa Verde.

Respecto al desarrollo de estas actividades en la nueva división, Fernández Roces admitió que "hay avances". La empresa ha visto con buenos ojos la propuesta sindical de poner en marcha estas actividades en cuanto se firme el plan, y no en 2018, ya que con la posibilidad de recibir ayudas de la UE, cuestiones como el mantenimiento de los pozos y la gestión del patrimonio minero "mejorarán la cuenta de resultados" de la compañía, lo contrario de lo que ocurre actualmente. El secretario de Organización del SOMA indicó que la división se encargaría, entre otras cosas, de gestionar el "pasivo minero", las instalaciones y el patrimonio en desuso, de temas de seguridad y del posible aprovechamiento forestal y energético de las escombreras de los pozos. También hay acercamiento de posturas en lo relativo a la producción de carbón hasta 2018. En un principio iban a mantenerse abiertos los pozos Aller y Nicolasa, a los que luego se les añadió Carrio, y la producción que exigen las centrales superaría "las 500.000 toneladas", cuando la que ofrecía Hunosa era de unas 220.000. Las cifras, según las centrales, se han ido acercando. La intención de los sindicatos, además, es la de conseguir que estas explotaciones puedan seguir abiertas más allá de 2018, es decir, que puedan ser rentables sin subvenciones. De este modo, demandan a Hunosa y a la SEPI "unas inversiones que se traduzcan en garantías para la producción y la competitividad".

Sobre diversificación, eso sí, "no hay nuevos proyectos sobre la mesa", indicó José Luis Fernández Roces, que explicó que "los sindicatos apostamos en este caso por proyectos potentes, importantes y complementarios a la extracción de carbón". Según los sindicatos, en la negociación, lo que defienden es "que se desarrolle desde una perspectiva global. Un plan de empresa, en la línea del existente, en el que se defina el marco y los objetuvos del plan industrial, el de diversificación, con compromisos para generar actividad complementaria a la minería, y por supuesto un plan de promoción industrial".

En el marco del convenio colectivo, las centrales, además de denunciar las propuestas de bajadas salariales, advierte de que "se cuestionan otra serie de derechos de carácter social que durante años de esfuerzo se pudieron consolidar", como "el vale del carbón o los economatos". SOMA y CC OO subrayaron además que "el compromiso político del PP resulta determinante para sacar adelante esta negociación. Ha sido este Gobierno el que ha suscrito con las organizaciones sindicales un marco de actuación de la minería en el que se enmarca el plan de empresa de Hunosa". Así, los sindicatos exigen a "todos los estamentos del PP, desde los Ayuntamientos, la dirección regional y el Gobierno central" a que "hagan un ejercicio de responsabilidad y coherencia. Solo así podrán ganarse el respeto de los ciudadanos, después de muchos meses de incertidumbre".