La asociación protectora de animales "El Trasgu" gestiona el albergue de perros de Mieres desde enero del año pasado. En verano es la estación del año en la que más trabajo tiene esta plataforma. Casi 60 perros son recogidos en esta época, la mitad de ellos abandonados y en muy malas condiciones. Gracias a la labor de Vanesa Gómez Llaneza, una de las trabajadoras del centro, y a la de los voluntarios, muchos perros consiguen esquivar lo que de no ser por ellos se convertiría en una muerte segura.

"Se nota la diferencia del verano a otras estaciones, recogemos más perros, alrededor de 60 solo en esta época del año", afirma Vanesa Gómez que explica también el motivo de estos abandonos: "hay perros que simplemente se escapan y sus dueños no se molestan en buscarlos y otros porque se van de vacaciones y no se los pueden o quieren llevar".

Pero eso no es todo, sino que hay una nueva "modalidad" de abandono desde la acuciante entrada de la crisis, "hay gente que nos trajo perros diciendo que no podían ni comer ellos", alega Gómez. Muchas familias se han visto en la obligación de entregar a sus mascotas porque no pueden hacer frente al gasto de mantenerlos y cuidarlos. Pero por desgracia, la mitad de los que llegan lo hacen en muy malas condiciones tanto físicas como psíquicas. Cachorros con sarna, con tiña, desnutridos, algunos apaleados? "Se necesita tiempo con estos perros, hay que ir muy despacio y es ahí cuando pedimos ayuda a los voluntarios", confiesa Vanesa Gómez.

Los voluntarios son la base principal "somos una gran familia", afirma Gómez. Durante el verano son muchos los que de manera desinteresada ofrecen su tiempo y su ayuda. Se encargan de las redes sociales, del correo electrónico y de acudir a eventos con el objetivo de darse a conocer y así, poder conseguir financiación para seguir cuidando a estos perros y darles las salidas que se merecen.

Se preocupan de darles todas las atenciones médicas que precisan, desde vacunas hasta desparasitación, además de incorporarles el chip obligatorio para su localización en caso de perdida. Bajo su lema "la mejor jaula es la vacía", se preocupan por buscarles un nuevo hogar. A cambio solo piden un precio de 75 euros, para ayudar a la protectora a seguir actuando, ya que los costes de la atención veterinaria son muy elevados. "Al año llegamos a manejar casi 300 perros, son muchos gastos que nosotros solos no llegamos a cubrir", explica Gómez que a pesar del apoyo que reciben del Ayuntamiento de Mieres no llega para atender tanta demanda.

Es aquí donde cualquier persona puede aportar su granito de arena a esta causa, bien apadrinando un cachorro desde 10 euros al mes, o simplemente dando lo que tienen, desde pienso hasta medicinas. "Se está animando mucha gente a colaborar, estamos muy contentos" expresa la trabajadora Vanesa Gómez que lucha cada día contra el abandono y el maltrato animal.