Jaime Izquierdo, geólogo y especialista del medio rural, ofreció una charla en el salón de actos de la Casa de Cultura de Lena, en un acto organizado con la colaboración del Club de LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. Titulada "Regreso al progreso: itinerarios para rehabitar la aldea", fue introducida por Xulio Concepción, etnógrafo y buen conocedor del mundo cultural de los pueblos. "Es fundamental que se estudie el campo con la participación de todos, los expertos y la gente que habita esos territorios", apuntó Xulio Concepción.

Izquierdo comenzó su charla incidiendo en la evolución demográfica descendente de los pueblos a lo largo del siglo XX. "Durante mucho tiempo las relaciones entre el campo y la ciudad fueron equilibradas. Las ciudades vivían de las tierras que las rodeaban, donde se producía lo que las ciudades consumían hasta 1960 aproximadamente. Los pueblos, a su vez, adquirían los bienes que no producían en las tiendas de ultramarinos", explicó el geólogo piloñés. "Una cosa es que olvidemos la función y otra cosa es que no cumplamos la función", añadió. "El campesino hacía labores fundamentales para la conservación del territorio que ya no se hacen. Pueden que ya no se utilice el monte como lo utilizaban los campesinos, pero sí es necesario que se siga utilizando. Pero con la industrialización el campo ya no produce para la ciudad y parte se abandona y parte se intensifica. Este esquema está en crisis", según Jaime Izquierdo. También apuntó los problemas que tenemos para identificar el abandono: "Nuestros montes están abandonados y no nos damos cuenta". "A partir del siglo XX se produce el abandono de las parroquias, la célula territorial de Asturias" para Jaime Izquierdo. Ante esta situación la problemática consiste en cómo no perder los procesos agroecológicos. Jaime Izquierdo propone diez tendencias: el pensamiento sistémico frente al pensamiento analítico, nuevas organizaciones, flujo y red, creatividad, lealtad, versatilidad, complejidad, ciclicidad, relativización... La idea es preguntarse cómo queremos que sea el futuro. "Necesitamos un proyecto regional", dijo Jaime Izquierdo. "Mi propuesta es que exista un campo intensivo, periurbano y también esencialmente campesino", añadió. Esa propuesta se resume en su último libro: "La casa de mi padre", una novela que funde narrativa y ensayo para revisar el futuro del campo.

Si la parroquia campesina está enferma y abandonada, ¿qué hacemos? "La parroquia es como una célula donde el núcleo es la aldea, el citoplasma es el comunal, y la membrana es la frontera de la parroquia. Los cromosomas son los paisanos y el código genético son los bastos conocimientos del campesino. La sociedad del conocimiento se fundará sobre la rehabilitación de los conocimientos que vienen de lo local. Los alimañeros cogieron mala fama, pero su conocimiento permitía el control de los conflictos sin llegar a exterminar el conflicto (porque entonces terminarían con su oficio). Ahora tendremos que conjugar el mercado, las ordenanzas y las cooperativas para que el sistema funcione. El cambio de rumbo no se puede hacer si no experimentamos", concluyó Jaime Izquierdo.