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El futuro de las comarcas mineras

Los expertos ven viables las minas de coque de Riosa si aguanta el mercado metalúrgico

Los altos precios que impulsa la actividad siderúrgica y su posible declaración como "materia prima crítica" determinarán el futuro de las nuevas explotaciones

Los expertos ven viables las minas de coque de Riosa si aguanta el mercado metalúrgico

La minería del carbón parece haberse puesto de nuevo de moda en las Cuencas. La apertura inminente de la mina Julita, en el concejo de Lena, así como la intención de otro grupo de empresas de abrir tres explotaciones en el concejo de Riosa, han vuelto a colocar a la comarca del Caudal en el punto de mira del sector en España. Sin embargo, hay una gran diferencia entre estos proyectos y el resto de pozos que continúan abiertos en la región. Y no es baladí, ya que radica en los tipos de carbón. Mientras que Hunosa y la mayor parte de la minería privada del país se dedica a extraer carbón térmico, estas nuevas explotaciones han visto en la hulla coquizable un gran negocio para el futuro. Expertos consultados por LA NUEVA ESPAÑA explican las diferencias entre ambos tipos de carbón y, aunque no se atreven a asegurar la viabilidad exacta de los proyectos al no conocer en profundidad los mismos, analizan sus posibilidades a futuro con los datos de los sectores energético e industrial. La clave, apuntan, estará en las variaciones del mercado siderúrgico y en la normativa que España adopte respecto a las materias primas críticas.

Juan José Fernández Díaz, Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, considera que el carbón coquizable, como el que se quiere extraer en Lena y Riosa, "será rentable en el futuro, en función de lo que marque el mercado siderúrgico y metalúrgico".

Fernández Díaz no duda en asegurar que si en este momento hubiera que abrir una nueva explotación de carbón, apostaría por la hulla coquizable más que por el carbón térmico. "Ahora mismo, las siderurgias están funcionando a tope, lo que provoca una alta demanda de coque", explica.

El principal uso de este mineral, aunque no el único, es el de producir acero en las empresas metalúrgicas. "Para hacer acero necesitas fundir el hierro en un alto horno con el carbón coquizable y, actualmente, el mercado tiene una alta demanda", asegura. "Es cierto que también se puede fabricar acero de menor calidad a partir de chatarra de otro acero, pero lo que se pide ahora es material de la mejor de las calidades, y por eso el precio del carbón coquizable es tan alto", añade.

Un precio que, según los datos que aportan los expertos, cuadriplica el del carbón térmico. "La tonelada de mineral para quemar en las centrales está en torno a 30 o 40 euros la tonelada, mientras que el carbón siderúrgico para producir coque se sitúa por encima de los 120 euros", señala.

De una forma similar se pronuncia el profesor de la Escuela Politécnica del Campus de Mieres de la Universidad de Oviedo, Juan María Menéndez Aguado, que además apunta otro factor que influirá en el futuro de estos proyectos mineros. Se trata de la calificación del carbón coquizable como materia prima crítica. "En la Unión Europea, este tipo de mineral tiene la calificación de crítico y tiene una regulación especial en cada país, por ejemplo en Alemania o Polonia, mientras que en España no la tiene", valora.

Según relata el docente del campus de Mieres, que una materia prima sea considerada crítica supone que o bien está en riesgo de suministro porque haya pocas reservas o bien porque haya muchas industrias que la requieran. "En estos momentos, esta segunda hipótesis sería en la que encajase el carbón coquizable en España", asegura Juan María Menéndez, quien agrega que "debería de tener una legislación propia porque se debería considerar mineral estratégico".

Por ello, el profesor de la Universidad de Oviedo entiende que es fundamental que España ponga en marcha una normativa que regule este tipo de explotaciones y facilite su puesta en marcha como ocurre en otros países. "Como aquí no hay una legislación que regule las materias primas críticas, da igual que haya un terreno en el que se tenga un material que sea fundamental para el desarrollo industrial, ya que va a tener que pasar por los mismos trámites que cualquier otra instalación, y por lo tanto, se va a dilatar su puesta en marcha.

Respecto a las reservas que pueda haber en el territorio riosano, que la empresa calcula que durarán más de 25 años, Juan María Menéndez Aguado, asegura que "es evidente que si hay gente interesada, es porque conocerán que hay margen de negocio".

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