La Unión Minera Asturiana sigue interesada en abrir tres explotaciones de carbón coquizable en Riosa, pero la tarea no va a ser fácil. La unión temporal de empresas -UTE-, sigue esperando la respuesta de Hunosa para comprar las concesiones en las que se ha fijado y poder explotar las reservas de mineral que todavía darían para 25 años. Según explicaron a LA NUEVA ESPAÑA los portavoces de estas compañías, en septiembre, un año después de haber registrado las primeras solicitudes para lograr las concesiones, harán una nueva intentona para tratar de que la hullera pública se pronuncie y poder negociar por los permisos para desarrollar la actividad minera en el Caudal.
El proyecto de esta compañía para el municipio riosano pasa por la apertura de tres grupos mineros de montaña. Uno de ellos se ubicaría una zona denominada como "Riosa Este", a caballo entre el propio municipio riosano y el límite con el concejo de Mieres, aunque según apuntaron "no afecta para nada al recientemente cerrado pozo Montsacro". Las otras dos minas se perforarían en otra zona distinta del concejo, denominada "Riosa Sur", entre el río Llamo y el arroyo La Juncar.
Los portavoces de la unión de empresas explicaron que tras la llegada de IU a la alcaldía de Riosa, ya se han puesto en contacto con la nueva regidora. Según apuntan, Ana Díaz les habría dado su apoyo para sacar adelante el proyecto. Ante la falta de contestación por parte de Hunosa, el grupo de empresas buscará la mediación del propio consistorio riosano y también tiene previsto llamar a la puerta del Principado para intentar que se involucre en las negociaciones.
Además, desde la Unión Minera Asturiana indicaron que ya han hecho algunos estudios sobre las reservas de carbón coquizable que hay en este territorio, con unos resultados "muy satisfactorios". "Hay mineral de una grandísima calidad, con unos volátiles y unos índices de azufre muy buenos, al nivel del mejor carbón de importación", apuntaron.
Pese a las dudas que surgen en torno a los precios del carbón, que han caído durante los últimos meses, este conglomerado empresarial sigue viendo rentable el proyecto, y pese a la parálisis para su desarrollo, aún apuesta por abrir las minas de Riosa, de las que destacan además que serían un fuerte impulso no solo para el municipio sino para toda la comarca. De hecho, los cálculos iniciales que barajaban pasaban por una creación de empleo estimada de en torno a 200 puestos directos entre los tres grupos de montaña. Entiende además la Unión Minera Asturiana que esto generaría a su vez varias decenas de puestos indirectos.
Con el declive que atraviesa el carbón térmico han sido ya varios los proyectos para producir carbón coquizable, diversificando así la actividad extractiva hacia otros campos que pudieran ser rentables. Antes que el proyecto riosano surgió el de la reapertura de la mina Julita, en Lena, que también estaría destinada a la producción de coquizable para la industria siderúrgica.
Además de las minas de montaña en Riosa, la Unión Minera Asturiana también anunció en su momento que esperaba llegar a acuerdos con Hunosa para la reapertura del pozo Montsacro, en Morcín, y de varias concesiones mineras en Turón, incluida la posible recuperación del pozo Figaredo, clausurado en 2007.
