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Científicos internacionales piden que se retire el ERE del centro de Soft Computing

La comunidad de investigadores de lógica difusa advierte de que el recorte en la plantilla "puede significar su fin" como referente de I+D

Trabajadores en las instalaciones del centro europeo de Soft Computing. J. R. SILVEIRA

El anunciado expediente de regulación de empleo (ERE) para el centro europeo de Soft Computing, ubicado en el edificio de investigación del campus de Mieres, ha puesto en alerta a la comunidad científica internacional. Así lo asegura el presidente de la International Fuzzy Systems Association, Javier Montero, respaldado por un grupo de científicos en lógica difusa, que asegura que el recorte en la plantilla de las instalaciones de Mieres "puede significar su fin como centro internacional de I+D".

Los investigadores destacan que el centro europeo de Soft Computing "representa un referente innovador de colaboración en España entre organismos públicos y entidades privadas para provocar un tejido científico tecnológico que sea sostenible a largo plazo". Incidieron así en la importancia que el centro representa "en la creación de una industria con estrategias a largo plazo gracias a su raíz científica, y que probablemente exige una financiación conjunta de fondos públicos y privados".

El soft computing o computación flexible "se encuentra entre las nuevas tecnologías de interés industrial", subrayan. Esta tecnología fue introducida por el profesor Lotfi A. Zadeh, de la Universidad de Berkeley (California), quien ha sido galardonado por la Fundación BBVA con el premio "Fronteras del conocimiento", que se suma a otras distinciones como figurar en el "Engineering Hall of Fame" del Silicon Valley o la posesión del doctorado "Honoris Causa" por numerosas universidades españoles y extranjeras. En esta rama del soft computing, "España ocupa un destacado tercer puesto en Europa y el cuarto en el mundo por su producción científica", recalcan los investigadores, señalando que fue Zadeh quien propuso en 2003 la creación en España del centro europeo de Soft Computing que finalmente se desarrolló en Mieres con el apoyo de Cajastur (ahora Liberbank), el Principado de Asturias, el Ministerio de Industria y los sindicatos mineros. Su instalación seguía los pasos de otros ejemplos positivos como los de Dortmund (Alemania) y Fukuoka (Japón), "dando a entender que la ubicación en Mieres garantizaba el futuro del centro hasta que llegase a ser considerado de excelencia europea".

Siete años después de la creación del centro, algunas de sus fuentes de financiación empezaron a flojear, "rebajando drásticamente sus aportaciones". Una reducción que los investigadores consideran que "llegó demasiado pronto para que un proyecto de este calado pudiese estabilizarse, a pesar de una gestión ejemplar y aún cuando ya se había alcanzado el 40% de autofinanciación". El ERE, para la comunidad internacional, "no garantiza su mantenimiento, y el futuro se perderá si no se apoya esta iniciativa, que vale mucho más que lo que parece que se ahorra al abandonar el esfuerzo inversor".

Refuerzan su petición los investigadores destacando que "los países ricos lo son porque antes supieron invertir en I+D". Asimismo, aseguran que "los departamentos de investigación y desarrollo de las empresas son la garantía de futuro y, en algunos casos, el mayor valor que una empresa tiene". Sin embargo, lamentan que España "no ha sido afortunada con buenas políticas al respecto, especialmente los últimos cuatro años". Y a pesar de eso, "la producción científica española ha alcanzado cotas entre el noveno y el undécimo país del mundo, siendo este un pilar necesario para normalizar la tan deseada transferencia entre ciencia y sociedad".

Junto al presidente de la International Fuzzy Systems Association, también han mostrado su respaldo al centro de Mieres Francesc Esteva, presidente de la European Society for Fuzzy Logic and Tecnlologies; Ramón López de Mántaras, vicepresidente del comité científico del centro europeo de Soft Computing; y Enric Trillas, investigador emérito del centro de Mieres.

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