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El fracaso de una institución tecnológica

La plantilla del Soft Computing apuesta por la entrada de un patrono con fondos

Los trabajadores ven "injustificable" la postura de Cajastur porque "no creía en el proyecto desde hace años y ha esperado al último momento"

Trabajadores del centro de Soft Computing, en sus oficinas. FERNANDO GEIJO

La entrada de un patrono con fondos o que los actuales recapaciten e incrementen su aportación económica son las únicas salidas que podría tener el centro europeo de Soft Computing para evitar su anunciado cierre. Así lo entienden sus trabajadores, quienes consideraron ayer que es "injustificable" que la Fundación Bancaria Cajastur decidiese salirse del proyecto al conocer que se habían quedado sin los casi 850.000 euros de las subvenciones del programa "Asturias" que previamente había aprobado el Principado, pero que después les rechazó argumentando que no podían acceder a las ayudas al no haberse acreditado como centro tecnológico por el Ministerio de Economía y Competitividad. La plantilla, como apuntó Sergio Damas, investigador principal y representante de los trabajadores, "ya conocía que nos habían denegado la ayuda, pero no entendemos por qué el Principado esperó hasta esta semana para firmarlo".

El Gobierno regional, al ser uno de los patronos del centro europeo de Soft Computing, "supervisaba la actividad económica y apoyó acceder a la línea de ayudas que él mismo concedía". En este caso, aseguró Damas, "entendemos que sí cumplíamos los requisitos con los anteriores servicios jurídicos del Principado, pero no con los actuales, porque si no, no tiene sentido pedir a unas ayudas que das tú mismo sabiendo que no puedes acceder a ellas".

En cuanto a la postura de la Fundación Bancaria Cajastur, el investigador aseguró que "no creían en el proyecto desde hace años y fue entonces cuando debieron de tomar medidas en lugar de esperar al último momento para adoptar una decisión tan drástica, me parece un fraude". Aún así, Damas señaló que han solicitado una reunión con la Fundación "para que, al menos de nuestra parte, no quedemos como si no lo hubiésemos intentado, porque al menos el consejero de Economía, Francisco Blanco, sí tuvo la deferencia de recibirnos".

Reacción de Somos

El grupo municipal de Somos Mieres quiso mostrar su apoyo a los trabajadores manifestando su "desacuerdo" con la decisión de cerrar el centro, "que supone un duro golpe contra el I+D+i en Asturias". Para Somos, la responsabilidad del cierre corresponde al Gobierno del Principado, "cuya gestión en este asunto ha brillado por su inacción".

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