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Los ataques se intensificaron durante las últimas semanas

Los ataques de lobos se intensificaron en las últimas semanas con una decena de reses muertas, tanto en el valle del Nalón como en el Caudal. Una situación que enerva a los ganaderos, quienes exigen que se realicen controles de población para evitar estas matanzas.

El último de los ataques se produjo en el concejo de Caso hace tan sólo unos días. Los lobos mataron a tres cabras y un potro en la zona de Les Llanes y en Caleao. No fue el único ataque en el concejo, en Beneros, los cánidos mataron cuatro ovejas, mientras que en Belerda, tal y como explicaron los propios ganaderos, los animales muertos fueron cuatro terneros de siete u ocho meses. Hace dos semanas, en Laviana, aparecieron muertas otras cuatro ovejas a causa de los ataques de lobo, concretamente en el entorno de la localidad de Ribota.

En la comarca del Caudal también se produjeron varios ataques en estas últimas semanas, y no sólo al ganado, también a los animales que cuidan de las reses. Así, los cánidos hirieron a un mastín en la localidad lenense de Tiós. En El Pino (Aller) también ha habido varios ataques al ganado ovino, tal y como habían denuncian los ganaderos de la zona. Estos profesionales, que llevan años sufriendo los ataques de los lobos, así como los problemas para cobrar por los daños, han llegado a plantear la posibilidad de que se declare al lobo como "especie cinegética". De esta forma, explicaron, se controlaría la población del cánido y se obtendrían beneficios para pagar compensaciones. En contra tienen a los ecologistas y otros colectivos que abogan por darle un trato distinto al lobo para evitar que se cebe con el ganado de la zona rural.

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